Todo comenzaba cuando finalizaba la edición de Gran Hermano 16. Los datos de audiencia del reality show decano de la televisión española mostraban un progresivo descenso que en Mediaset España consideraban necesitaba de tomar cartas en el asunto de manera radical. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que se venía hablando de una petición de mejora salarial para renovar de Mercedes Milá y lo anterior, esta era relegada al abismo.
Era entonces cuando la veterana periodista era condenada al ostracismo mediático, limitándose a aparecer en programas de otros y a presentar un espacio dedicado a la lectura que quedaba relegado a una cadena menor del grupo.
Su presencia en los medios cotizaba a la baja y, a pesar de que los fans acérrimos de Gran Hermano reclamaban durante más de un año su retorno a este espacio, la zona noble de Telecinco decidía hacer oídos sordos, dándola por amortizada.
A la espera de un proyecto ilusionante que la hiciera volver a sentir ese hormigueo perdido, la Milá sin un altavoz en el que seguir poniendo a caldo a todos los que esta considera merecen un severo correctivo mediático, recibía la puntilla en las últimas horas de la mano de lo que muchos creen es el gesto más feo que se puede tener para con un trabajador de una empresa que ha sido y seguirá siendo un referente para muchos dentro.
Y es que los gerifaltes de la cadena a la que todavía sigue perteneciendo decidían, para sorpresa de propios y extraños, retirar con nocturnidad y alevosía el cuadro con la cara de esta del pasillo de la fama de Telecinco.
Una falta de respeto y de gusto a partes iguales que deja bien claro que es agua pasada para el grupo audiovisual de capital italiano.
Como era de esperar, la respuesta de sus muchos fans no se ha hecho esperar, considerando de muy mal gusto y menos clase una falta de respeto a una trayectoria como la de la periodista, quien con su peculiar forma de dirigirse a la cámara ha dado muchos momentos de gloria o no menos réditos económicos a quienes ahora quieren borrar su paso por allí, al menos de manera física.
Mercedes Milá, cada vez más cerca de Atresmedia
Este gesto parece la puntilla para que Mercedes Milá abandone definitivamente la posibilidad de retomar algún proyecto televisivo en Telecinco y decida aceptar la propuesta que tendría encima de la mesa de la competencia, el grupo Atresmedia, y que se hacía patente tras una reciente visita a esta casa de la catalana. Allí, hasta Ana Pastor, está deseosa de verla poniendo contra las cuerdas a los políticos. Algo que podríamos ver muy pronto.