Hace pocos días el nombre de la Fundación Diego Salazar salió a relucir en las revistas farándulas más importantes de Venezuela. En donde se le acusa a esta institución sin fines de lucros de “desangrar al país” y tener vínculos con una especie de red prostitución.

Este ente se encarga brindar apoyo a instituciones que mejoran la calidad de vida de los niños, y especialmente a las que se enfocan en la infancia abandonada y de bajos recursos, así lo indica su página oficial. Se creó el 30 de noviembre de 2009, como homenaje al reconocido escritor y poeta Diego Antonio Salazar Luongo, quien falleció en el 2003.

Desfalco de Diego Salazar

Según el portal Analítica.com, esta fundación sirvió de fachada para el hijo del difunto, Diego Salazar “para evadir algunas de las obligaciones fiscales con el generoso Estado socialista y revolucionario”. Salazar es primo del exministro del Poder Popular de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, quien meses atrás “había estado inmerso en la polémica tras la detención por órdenes de la Fiscalía de más de medio centenar de altos cargos de PDVSA, acusados de actos de corrupción por miles de millones de dólares”, según la BBC.

Muchas misses, como la Miss Universo 2009 Stefanía Fernández, colaboraron con esta institución a cambio de un “gran sobre de dólares”, expresó Hannelly Quintero, Miss Intercontinental 2009.

Lo realmente grave del asunto es que el dinero recibido por los artistas se dice que provino del blanqueo de capitales de mínimo 3.500 millones de euros de fondos venezolanos y de asociación ilícita, cargos por los cuales Diego Salazar fue acusado y detenido el 1ro de diciembre del 2017.

El problema se hace aún más grande, cuando tildan de “proxeneta” a Giselle Reyes, quien es más que una entrenadora de misses, es según su blog personal es “la madrina de todas aquellas chicas que año tras año llegan a materializar sus sueños al Miss Venezuela”, la verdadera “Reina de las reinas””.

A Reyes le acusan de llevar a posibles candidatas del Miss Venezuela a almuerzos de oficinas con el empresario Salazar, en donde según la periodista venezolana ganadora de un Emmy, Angie Pérez, las chicas eran pagadas con un Rolex y si entraban en el “juego” tendrían acceso a más lujos.

Realmente, nadie ha presentado alguna prueba fehaciente y todo queda hasta hora entre comentarios ácidos y subidos de tonos del mundo artístico venezolano y las redes sociales.

Solo queda esperar si habrá consecuencias legales antes estas denuncias públicas y cómo funcionará el certamen este año sin el hacedor de reinas, Osmel Sousa, quien convenientemente renunció el mes pasado.

Renuncia de Osmel Sousa

El 6 de febrero del presente año, el "Zar de la belleza" anunció a través de su cuenta de Instagram que se va del certamen de Miss Venezuela. "Realicé muchos sueños, traje muchos triunfos y di alegría a una nación. Hoy decido retirarme de la presidencia de la Organización Miss Venezuela por la puerta grande, por la misma puerta que entré hace casi 40 años".

La organización del Certamen Miss Venezuela

Cisneros Media y Venevisión, empresas encargadas de la Organización Miss Venezuela través de un comunicado en Instagram se deslingó de cualquier relación con la Fundación Salazar y con la decisión de algunas candidatas y exmisses de participar en algún proyecto con este ente sin fines de lucro.

“En relación a los recientes señalamientos realizados a través de las redes sociales por blogs anónimos y algunas personas que tuvieron relación con el certamen Miss Venezuela; Cisneros Media y Venevisión, empresas responsables del manejo de la Organización Miss Venezuela, desean aclarar que no tienen conocimiento de los hechos descritos, ni están involucradas en ninguna de las actividades que sus empleados, candidatas, asesores, representantes o asociados realicen fuera de las acciones propias del concurso”, dice parte de la publicación.