Haciendo buena la frase de "culo veo, culo quiero", o en este caso "euro veo, euro quiero", la hermana de Terelu Campos aprovechaba para, con unos días de diferencia respecto a esta, copiar la estrategia para llevarse unos euros y presentar en sociedad y por primera vez públicamente a su desconocida hija.

A diferencia de lo que ocurría con Alejandra, la hija de Terelu, que lo hacía en ¡Hola! y al cumplir los 18 años a modo de "la saco antes de que la empiecen a perseguir y cuenta de ella lo que no es", Carmen lo hacía en Lecturas. Una revista de un perfil mucho menor y cuyos pagos a cuenta son mucho menores que los que realiza su competidora en el mercado del papel cuché.

Si bien ya es más que cuestionable el tipo de imágenes y portadas que estas revistas suelen firmar, colocando fotos en portada en las que se les ve a las protagonistas realizando poses y gestos forzados que resultan poco creíbles como naturales, el que firmaba Borrego con su hija Carmen aún lo era más.

Y es que estas no tenían pudor alguno en colocarse el mismo vestido para salir de cuerpo entero y luciendo el mismo vestido que, como es evidente, no queda exactamente igual a ambas por motivos obvios. "Juventud, divino tesoro".

Según cuenta Carmen Senior, Carmen Junior "es la Campos que se va a comer el mundo". Y es que lejos de acabar de cumplir la mayoría de edad, como le sucede a su prima, esta es ya una joven que ha finalizado sus estudios y está dando pasos en su profesión, la de abogada, donde parece que el futuro le augura grandes cosas.

Eso es al menos lo que desliza una Carmen Borrego a la que claramente se le cae la baba con su "niña" y de la que no deja de hablar maravillas durante un reportaje en el que, a menudo, se intuye cierta competitividad a la hora comparar a la hija de su hermana con la suya y en la que siempre gana la Borrego.

La casa de Carmen Borrego, al descubierto

Por si no fuese suficiente sacar en portada de una revista de prensa rosa a su desconocida hija que nada tiene que ver con este mundo, Carmen Borrego se atreve a vender lo que restaba de su intimidad mostrando los rincones más privados de su casa en un reportaje que hace intuir a la profesión que la dueña de la misma no pasa precisamente por un buen momento económico en su vida.

No obstante, si alguien quiere saber más de la joven Carmen o de la casa de Borrego ya sabe dónde puede encontrar todas las fotografías de ambas ventas de la hija menor de María Teresa Campos: En la revista Lecturas.