María Lapiedra y otros tantos compañeros de la primera remesa de concursantes de Supervivientes 2018 ya están en Honduras, donde esta misma semana empezarán a convivir aislados en una isla perdida buscándose la vida y pasando auténticas penurias que les llevarán hasta el límite de sus fuerzas físicas y psicológicas.
Algo para lo que todos creen estar preparados pero que solo el tiempo confirmará o desmentirá, muy especialmente cuando tras los primeros días sin apenas comida las fuerzas empiecen a flaquear y se hablen de los primeros abandonos voluntarios, de concursantes especialmente débiles y de otros mucho más fuertes y listos para pelear por un triunfo que se pagará, como cada año, muy pero que muy bien.
Es en este último grupúsculo donde espera estar la que posiblemente sea la concursante en la que más ojos están puestos dada su popularidad reciente en lo que llevamos de año como es María Lapiedra, quien en sus últimas declaraciones antes de subirse al avión que le llevaría hasta el país caribeño dejaba unas declaraciones que ya están dando mucho que hablar.
Y es que esta, que nunca ha ocultado su necesidad de mantener relaciones carnales con asiduidad, tiene claro que a esta peligrosa necesidad se le unirá una aún mayor si cabe como es la del hambre. De ahí que no tenga ninguna duda de que si llega al punto de pasarlo mal por algo de comida será capaz de hacer cualquier cosa.
Al menos así lo contaba ella tras una pregunta en el polígrafo de este pasado Sábado Deluxe en la que se le ponía en un escenario en el que, pasando hambre, un cámara de los que trabaja en el programa se acercase con comida cerca suyo.
Si esto sucede, esta actuará como tenga que hacerlo sacando a relucir sus armas de mujer hasta límites insospechados.
Polémicas declaraciones de María Lapiedra
Concretamente, sus palabras fueron que sí, que cambiaría tener relaciones carnales con algún cámara a cambio de comida. Y es que, parece, que en este caso se juntan el hambre y las ganas de comer.
Es decir, que si encuentra un cámara que le atrae, lo que parece necesitará es saciar dos de las necesidades vitales que más le apremian cuando no las tiene a mano, lo que puede dejar alguna escena de lo más caliente en la isla.
Por primera vez, pues, los cámaras de Supervivientes 2018 están advertidos de lo que les espera con una concursante. Veremos si sus declaraciones no acaban haciendo de efecto llamada. Y es que dicen que los hay y muy apuestos.