Junto con miles de series americanas y algunas españolas, en Netflix podemos encontrar algunas series francesas, y la más promocionada por ellos, producida por la propia plataforma desde su sucursal francesa, es “Marsella”, serie con una trama de thriller político y policiaco, protagonizada por Gérard Depardieu.

La primera temporada tuvo en Francia muy malas críticas, decían que todo era una sarta de tópicos, con “diálogos vacuos y acartonados”, y la comparaban con series francesas parecidas de la década de 1990. Algunos que la vieron, decían que cada capítulo era peor en calidad que el anterior.

En ella, Depardieu es Robert Taro, alcalde de Marsella durante 20 años, que se enfrenta a su pupilo y futuro sucesor, Lucas Barrès (Benoît Magimel), ya que antes de retirarse, quiere construir un gran casino, ante lo cual sólo encuentra trabas. La trama será una sucesión de corruptelas, traiciones y asesinatos, y ya lo muestra la cabecera de cada capítulo, con una cinta con la Legión de Honor que se escapa de la mano de Depardieu, sobrevuela las casas y monumentos marselleses y aterriza en el Mar Mediterráneo. La segunda temporada empezará con Taro gravemente enfermo, que se repondrá, pero la ciudad tendrá que elegir nuevo alcalde, y éste será Barràs, pero se aliará para gobernar con la extrema derecha, lo que pondrá patas arriba la ciudad.

Netflix quería utilizar al principal equipo de Fútbol marsellés, el Olympique, para promocionar la nueva temporada, ya que el club, aunque en clave de ficción, tiene una parte importante en la trama.

Para darle realismo, Netflix pensaba que los seguidores del Olympique formaran un tifo, que formaría parte de esa promoción, durante el partido del OM contra el Girondins de Burdeos del pasado domingo.

Sería un tifo gigante. Tifo es cuando muchos seguidores a la vez enseñan cartulinas de colores para formar los colores de su equipo (como se hace en el Camp Nou), y toda la parafernalia de este tipo de celebraciones deportivas. El tifo cubriría toda una grada, con la palabra “Marsella” formada por dichas cartulinas. Netflix había alquilado un local a los seguidores para preparar el acontecimiento, por el que pagó más de 20.000 €.

Pero no se avisó a todo el conjunto de seguidores del Olympique. Y cuando el partido del domingo pasado en el Vélodrome contra el Girondins, muchos de ellos decidieron no seguir la iniciativa, entre ellos el grupo de seguidores conocido en la ciudad como Les Yankees. Luego, hubo otros grupos, como los Dodgers, que se negaban a quedar asociados a dicha serie.

“No nos gusta nada, ésta es una serie de mierda que hunde más a Marsella que hacerla avanzar. Bribones, drogas, hay en otros lugares más que en Marsella, no queremos vernos unidos a esta serie”, dicen estos últimos, que sienten que la serie de Netflix daña la imagen de la ciudad y a ellos mismos.

Además del tifo, tenía que iniciarlo el alcalde marsellés ficticio, Robert Taro, es decir, Gérard Depardieu, que asistió al partido Olympique-Girondins. Pero los directivos del OM temían que sus seguidores abuchearan al actor, así que no saltó al césped, pero que sí vio el partido, ganado por los marselleses por 1-0.