Pongámonos en situación para entender el cabreo de Jorge Javier. Con motivo del nacimiento de su última nieta hija de Kiko Rivera, Isabel Pantoja se presentaba en el hospital para conocer a Carlota, que así se llama la recién nacida y aprovechando la ocasión se prestaba a dar unas declaraciones a “Sálvame”, echando mano de todo su histrionismo dramático, que es mucho.

Unas declaraciones con trasfondo oscuro

La protagonista de “Yo soy esa” embutida en una gruesa prenda de abrigo, con un pelo recogido y tirante que ya no le favorece y maquillada artesanalmente por ella misma (¿Dónde estaba Anabel?) hacía hincapié en lo mucho que adora a sus hijos: “Los amos” (lo dijo así, tal cual) y sobre todo a su hija, con la que si tiene que ajustar cuentas asegura lo hará en la intimidad.

Las declaraciones eran un intento a la desesperada de desarmar a Chabelita que vuelve al “Deluxe” este sábado. Una advertencia a la hija díscola que les pone en la picota cada vez que abre la boca y a los periodistas a los que Pantoja considera sus bestias negras.

Declaraba su felicidad por el nacimiento y que si por ella fuera se llevaría la niña, por la que muere, a casa. ¿Y la madre de Carlota, no cuenta? Isabel Pantoja recordaba y mucho a la Estela Reynolds de "Aquí no hay quien viva", con su afán de protagonismo y ese remarcar las palabras, señalando con el dedo.

Y le tocó el turno a Anabel Pantoja: “Me gustaría que viviera de otra cosa”. Primera mentira. La tonadillera sabe muy bien que a los enemigos hay que tenerlos cerca y por eso desde que comenzó “Sálvame” siempre ha tenido un o una portavoz colaborando en el programa.

Su sobrina está ahí porque a ella le interesa. No hay más.

Y seguía: “No, no es su sitio. Sencillamente porque ella no tiene que defender nada ¡Nada!. Y a mí me duele mi sobrina y ella llorando. ¿Llorando de qué?”. Es una suerte que a los mentirosos no les crezca la nariz como a Pinocho.

El cinismo de Jorge Javier

El plató de “Sálvame” ardía.

La Mila Ximénez más bronca sacaba la artillería y le disparaba a su enemiga íntima en toda la línea de flotación a raíz de unas palabras en las que la tonadillera aseguraba que todos tenían mucho de que callar: “Nadie lleva más mierda encima que tú. ¡Yo no tengo antecedentes penales!”.

La cosa se iba calentando. Cierto es que la sobrinísima ejerce la mayor parte de las veces de “convidado de piedra”, sobre todo cuando se le tiran dardos a su tía o a sus primos, pero también es verdad que a la “cúpula” Anabel les interesa o no le renovarían el contrato.

En un momento dado el presentador sentenció: “Dado el expediente académico que tiene, me parece que tiene que darse con un canto en los dientes por venir aquí y hoy tenía que haber callado a su tía”.

¿Cómo es capaz el “Dueño del cortijo” de criticar la falta de estudios de Anabel Pantoja, teniendo a su lado como tiene, a un ramillete de iletrados máximos como colaboradores: Belén Esteban, Kiko Hernández, Antonio Tejado….? ¡Qué comentario tan fuera de lugar y tan desafortunado!

A Jorge Javier le perdió ayer su clasismo, ese creer que su licenciatura en Filología lo hace superior al resto y la inquina que le procesa a Isabel Pantoja. Con lo bien que hubiese quedado si se hubiese mantenido en silencio.