Quien más quien menos tenemos manías. Algunas de estas, a veces, desembocan en obsesiones. Es entonces cuando debemos tener cuidado e incluso solicitar ayuda para que estas no se conviertan en perturbaciones que lleguen a condicionar nuestra vida. Cuando esto sucede el problema ya es de lo más serio.

María Patiño y la noticia de EsDiario

No sabemos si será este o no el punto por el que podría estar o no pasando la colaboradora de Sálvame y presentadora de Socialité, María Patiño, a raíz de la publicación realizada por nuestros compañeros de EsDiario y donde no titubean a la hora de calificar como "obsesión" a una de las actitudes más repetidas por la gallega en los últimos tiempos.

Esta publicación hace referencia a sus continuos pasos por quirófano y los múltiples tratamientos a lo que se estaría sometiendo para deslizar que, como le sucede al 2% de la población mundial, la periodista podría, supuestamente, ser víctima del conocido médicamente como "trastorno dismórfico corporal", también conocida como distorsión de la imagen corporal que suele desembocar en una obsesión por pasar por quirófano para retocar todo aquello que no nos gusta.

A sus 46 años esta, según la fuente citada anteriormente, "perseguiría" conseguir el aspecto de una "lolita" o dicho de otra manera, estaría obsesionada "por lucir como una veinteañera a los cuarenta". Solo así se entendería que esta "practique el bisturí" a la mínima ocasión que se le pone por delante.

Todas las operaciones de María Patiño, al descubierto

En ese mismo texto se pone de manifiesto que, además de la cirugía estética o plástica, esta tendría una especial predilección por el bótox y por los combinados mágicos con el fin de amarrar una eterna juventud que nadie consigue y que ella habría visto podría acceder a través de esa nueva "belleza artificial" de la que muchos de sus compañeros en Sálvame parecen también presos.

Tras todos estos tratamientos con "pinchazos", operarse la nariz, los pechos y su reciente "lifting cervical", la pregunta que ya muchos se están haciendo no es si esta parará si no cuál será la próxima operación a la que se someta y cuándo será esta. Si algo está claro y pocos pueden dudar a estas alturas es que María Patiño le ha perdido el miedo al quirófano cuando de mejorar su imagen exterior se trata. Esperemos que este afán por mejorar su aspecto no se acabe convirtiendo en un problema ni para ella, ni para los colaboradores de Sálvame ni para nadie. Que así sea.