Jordi Évole, el guionista y director del espacio de entrevistas e investigación de 'La Sexta' vuelve a levantar la ira de la derecha. Si hace menos de una semana se emitía uno de los programas más comprometidos de 'Salvados' en contra de la industria cárnica a juzgar por las condiciones en las que se encontraban los animales, el presentador no tardó en recibir las primeras consecuencias. Desde la empresa de ElPozo hasta la ministra de Medioambiente, Tejerina, pasando por el columnista de La Razón, Ussía, todos intentaron desmentir una realidad que el propio periodista plasmó con la cámara, eso sí las complicaciones no cesarán para Évole a juzgar por lo sucedido en el siguiente programa.

Jordi Évole saca de sus casillas a Juan Carlos I y ocurre lo más inesperado

La entrega del próximo Salvados, que tendrá como fecha de emisión el 11 de febrero contará con la participación del Rey emérito, Juan Carlos I. Es precisamente, el director de Salvados el que ha conseguido, con la finalidad de sorprender al periodista José María García, que el emérito participe vía telefónica en el siguiente programa de la cadena. Sin embargo, la participación del ex monarca no acaba de un modo agradable, es más, acaba muy mal.

El grave desprecio del Rey emérito hacia Jordi Évole en Salvados

Después de que el propio Évole se dirigiera a Juan Carlos I a través de una llamada interesándose por su rutina diaria y más tarde para preguntarle cómo le habría sentado que José María García diera la exclusiva de Botsuana, al emérito no le sentó nada bien este último tema, es más, según cuenta el mismo Jordi Évole, tras una tensa conversación telefónica con el ex monarca, finalmente, Juan Carlos I acabó colgándole el teléfono y el director de Salvados se quedó hablando solo.

Los desprecios del ex monarca a los ciudadanos que desencadenaron en su abdicación

Un feo gesto del emérito hacia Évole, pero no el único, pues recordemos que en plena crisis económica, Juan Carlos I se marchó a Botsuana a cazar elefantes con su amiga entrañable, la princesa Corinna, en aquella ocasión, el emérito se destrozó la cadera e hizo que tuviera que regresar de inmediato a España, lo que generó que ese viaje se hiciera público y finalmente tuviera que dar las pertinentes explicaciones y pedir aquellas disculpas tan sonadas, "no volveré a hacerlo más". Después de esto, la abdicación no tardó en llegar y la imagen de la Monarquía española dejó mucho que desear.