Un asunto parece estar convirtiéndose en eterno en el planeta Sálvame y en el mundo del corazón en general. Hablamos, cómo no, del tema de la presunta infidelidad de Gustavo González con María Lapiedra y sus supuestas aventuras extra matrimoniales que no dejan de multiplicarse.
Al menos en lo que guarda relación con salir a la luz, ya que cada vez son más los testimonios que aseguran que el paparazzi ha estado -y podría seguir estando- llevando una vida íntima de los más ajetreada acumulando una agenda repleta de amantes que hasta sus propios compañeros en Sálvame parecen conocer muy bien.
Así se desprende de revelaciones como la que Kiko Hernández realizaba en la última emisión del programa en la que aseguraba que no era la colaboradora de Cazamariposas la mujer con la que más se estaba viendo el tertuliano de Telecinco, sino una supuesta amiga de su ya ex cónyuge que trabajaría en el Consistorio local de la localidad en la que viven.
Acusación que este negaba por activa y por pasiva y que, lejos de acallar la salida de más nombres, provocaba que Terelu Campos aprovechase el bombardeo para hablar de una mujer con la que este se llevaría viendo mucho tiempo, indicando que, según lo que a ella le había llegado, le convertiría en su "relación más fuerte".
Con Gustavo a punto de perder las formas no sería hasta que intervino Belén Esteban hasta que este se quedó completamente muerto. Y es que la de San Blas confirmó ante las cámaras haber recibido informaciones de una fuente de lo más fiable que confirmarían otras tantas aventuras del protagonista de esta historia.
Viendo cómo casi se le salían los ojos de las cuencas y cuando se daba cuenta de que estaba siendo víctima de una encerrona, según él lo ve, Belén Esteban le daba un hachazo histórico a un compañero dejándolo en ridículo al emplear la frase que este siempre ha sacado cuando alguno de los personajes de los que hablaba negaba su información.
El gancho de derechas de Belén a Gustavo
Concretamente las palabras de la ex mujer de Jesulín de Ubrique eran: "Vengo aquí para dar la información que me dan mis fuentes", a lo que agregaba, "tal y como tu has dicho aquí mil veces".
El rostro de Gustavo, entre blanco, perplejo y enojado a la vez era todo un poema. Tanto era así que, al no esperarse el gancho de derechas de su compañera, se quedaba bloqueado sin enunciar palabra alguna. Está claro que se ha quedado solo en Sálvame. Mal futuro le espera.