La cita de los famosos con el quirófano parece tan habitual como la que tienen con sus cumpleaños, con el borrador de Hacienda o con sus vacaciones de verano. Y es que, quien más quien menos, hace bueno el dicho que reza que "una vez al año no hace daño".

Algo que queda patente viendo cómo se ha modificado totalmente la expresión facial una de las colaboradoras de Sálvame como Mila Ximénez, cómo Jorge Javier Vázquez responde a la pregunta de cuántos retoques estéticos acumula que ha perdido la cuenta o que Terelu Campos y su hermana vayan a dejarse pasar el bisturí por encima a cambio de que todo el proceso forme parte de su reality show "Las Campos".

Mención aparte merece una Belén Esteban cuyo número de pasos por el quirófano y por la clínica estética parecen imposibles de controlar si los sumamos todos. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que su última visita a su cirujano de cabecera la realizó muy recientemente, tal y como aseguran nuestros compañeros de la revista "Qué Me Dices!", quienes la han pillado in fraganti entrando y saliendo de la clínica.

Concretamente de la clínica Menorca de la capital de España, el lugar de confianza de la de San Blas y donde trabaja Ángel Martín, director de la clínica y amigo de la colaboradora de Sálvame.

Tal y como la publicación a la que hacíamos referencia anteriormente indica en su titular Belén Esteban se ha retocado la cara y lo ha hecho a través una serie de "tratamientos de mesoterapia facial" que, parece ser, supone una suerte de pócima en la que se mezclan vitaminas y ácido hialurónico con el objetivo de dejar la piel más tersa y luminosa.

Es decir, a modo sortilegio para parar el paso del tiempo sobre la piel.

Además de estos tratamientos a los que la rubia más famosa de España se sometería, nuestros compañeros tampoco descartan que haya accedido a someterse a un tratamiento de plasma fraccionado para corregir los párpados o de labio superior.

Los retoques faciales de la Esteban

Y es que esta no dudó en salir de la clínica con la cara completamente tapada por una enorme capucha con la que esconder el resultado de los tratamientos a los que se ha sometido y que en las próximas horas podremos comprobar con nuestros propios ojos están presentes en su rostro.

Quitarse las arrugas de los ojos y una piel más tersa y más brillante serán una constante durante los próximos meses en su cara. Cuando deje de ser así retornará a por más retoques faciales... y lo que haga falta. Será por dinero.