Nadie es imprescindible y nadie está haciendo lo mismo toda la vida. Partiendo de estos dos hechos no es de extrañar, aunque cueste imaginar una televisión sin ellos, que antes o después algunos de los personajes más mediáticos vayan a abandonar su privilegio, máxime cuando este les otorga unos ingresos regulares que casi ningún españolito de a pie es capaz de ganar en décadas.
No obstante, así es. Si hace un año era Jorge Javier Vázquez quien reconoció que su despedida estaba más cerca de lo que muchos podían imaginar por su edad y su nivel de fama, poco después era Belén Esteban la que hacía lo propio en el Chester de Risto Mejide, asegurando que en cuanto se pudiera permitir económicamente prescindir de ir trabajar a Sálvame lo haría.
Toda una bomba que parece se esfumó con el paso del tiempo.
Y es que una vez los ingresos de esta le otorgaron una tranquilidad a futuro como para jubilarse de golpe -Belenazos a decenas de miles de euros y la sentencia contra Toño Sanchís que le supondrá medio millón de euros- muchos empezaron a pensar que lo suyo con la televisión y la fama iba más allá del dinero y que hasta que no la echasen no se iría ni a gorrazos.
Pues bien, en las últimas horas la conocida como Princesa del pueblo salía a responder a uno de los ataques más poderosos que ha recibido en antena últimamente, en este caso, de la boda de Carlos Lozano, el nuevo defensor del espectador del programa, asegurando que tiene claro que se acabará yendo.
Eso sí, no cuando este se lo diga.
Después de que Lozano le acusase de hacer mal su trabajo y que se notaba que no es periodista, esta le dijo que si bien eso era cierto, tenía "algo que gusta". Era después de esta respuesta cuando la de San Blas agregó: "el día que no guste me iré de aquí con la cabeza bien alta".
El final televisivo de Belén Esteban
Si bien no se pone una fecha exacta, sí es cierto que teniendo en cuenta su bonanza económica y los datos que se han venido publicando y hablan de una pérdida de feeling de muchos de sus fans en los últimos meses, muy especialmente desde su encontronazo con María José Campanario y su revelación de una conversación privada con ella, no hay que descartar que esta llegue antes que después.
Aunque haya renovado -sin mejorar su salario por primera vez desde que fichara por Telecinco- recientemente, se barrunta que este se podría romper en caso de que cualquiera de las dos partes así lo deseara. En caso contrario, parece que la fecha a más tardar para su adiós sería en dos años.