Muchos conocemos a la esposa del ex presidente de la Generalitat se llama Marcela Topor, es procedente de Rumanía y su esposo le creo un canal que la convirtió en una estrella del independentismo.
Hace dos años que en el hemiciclo del Parlamento de Cataluña Puigdemont acababa de ser elegido presidente de la Generalitat por deseo de los votos de la CUP y ahora, más de dos años después esta pareja va cuesta abajo y ya no solamente por la huida a Bruselas y los cargos judiciales que se le imputan si no por la situación precaria en la que se encuentra su mujer.
Marcela Topor pudo salir adelante gracias al dinero público que recibió su empresa entre 2008 y 2014 qué hace un montante total de más de 12000000 de euros de los cuales más de 2 se otorgaron en el 2016 por medio de subvenciones y publicidad según consta en el Boletín de la Generalitat.
El medio para el que trabaja la mujer de Puigdemont, El Punt Avui, esta semana aborda el primer caso de ERE tras la época del ex presidente de Generalitat, con el cual se plantea liquidar a más de la mitad de su plantilla, aparte de mandar prácticamente a todo el mundo a trabajar a casa ya que se dispone a cerrar cualquier sede que existe en el transcurso de dos meses a excepción de la que se encuentra en Girona.
El número que sale cada mes, del que Marcela Topor es directora, es una revista que apenas cuenta al mes con 3000 ejemplares y que tras la escabechina que van a hacer con los empleados va a tener muy poco sentido dentro del medio.
Peligroso ERE en El Punt Avui
La última vez que se pudo ver a Marcela Topor fue en la noche de fin de año de 2017 en Bruselas y brindando, esta tarde se ha intentado localizarla en su puesto de trabajo pero medios como el Mundo no han sido capaces de hablar con ella, aunque se puede saber por otras fuentes que se encontraba en Cataluña.
El medio El Punt Avui va a sufrir su primer ERE tras los 2 años que Puigdemont estuvo al frente y después de que su último ejercicio de contabilidad en el año 2016 obtuviera unos beneficios de más de 300000 € a pesar de la bajada de las ventas y de la publicidad por una razón bastante simple la aplicación del 155 ha anulado las subvenciones y la publicidad, un fatídico golpe para este medio.
Para la familia Puigdemont ha sido una Navidad bastante dura, celebraron juntos el fin de año en Bruselas y brindaron porque el 2018 fuese mejor ahora con la inmediata puesta en marcha del ERE en la empresa. Sus compañeros mientras tanto se encuentran de vacaciones.