Dicen que hablar poco es de sabios y hablar mucho peligroso. No cabe duda. Quien no para de largar al final acaba contando de más o cayendo en contradicciones propias al poco tiempo. Quien en lugar de emplear la palabra la recibe aprende y no se expone como su contrario.

Algo que quizás no sabía pero que acaba de aprender a marchas forzadas uno de los rostros más conocidos de Telecinco como es Kiko Hernández, quien durante las últimas horas quedaba en evidencia como nunca después de que uno de los invitados al plató de Sálvame lo ridiculizase ante toda España como nunca nadie había conseguido.

Todo comenzaba durante la última emisión de este espacio en la que, haciendo un barrido de la actualidad más rosa del panorama patrio, a Kiko no se le ocurrió otra cosa que tomar la palabra tras un rato en silencio -ahí el error, querer hablar por hablar- para criticar la foto que Kiko Rivera, Paquirrín, había subido a las redes sociales y en la que mostraba parte de su recién nacido.

A pesar de que este no mostraba la cara de su retoño, sí lo hacía sacando su mano. Algo que no le parecía bien al que fuera concursante de Gran Hermano que no tardaba en calificar como "exposición innecesaria", agregando que cualquier día suben a las redes fotos suyas en el baño.

Un comentario nada afortunado por parte del madrileño que no reparó en que alguien que se atreve a meterse con quien haga falta como lo es Anabel Pantoja estaba allí para ponerle la cara colorada.

Esta, ni corta ni perezosa, y aún sabiendo con quién trataba, no tardó en recordarle si alguien había mostrado a sus recién nacidas, pero de cuerpo entero, había sido él.

Era en ese momento cuando este recibía un golpe bajo inesperado que lo dejaba unos segundos sin saber qué decir antes de retorcerse como un Miura y tratar de devolver el ataque perdiendo las formas y dejando claro que él no es "como estos" que "¡lo venden todo!".

Se notaba que era consciente de que le habían dado donde más duele.

Kiko Hernández, más en evidencia que nunca

Su discurso carecía de coherencia en pro de azotar a un personaje de fácil azote. El público, al menos en las redes sociales, no tardaban en calificar la respuesta de Anabel como "el zasca del año", tras asistir atónitos a la primera ocasión en la que le dejan en la lona a un atacador por excelencia.

Antes de que las aguas volvieran a su cauce, Kiko Hernández no tardó en advertir a su nueva enemiga que tuviese "cuidadito conmigo". No sabemos qué querrá decir.