El segundo capítulo de la tercera temporada de 'Las Campos' vivió anoche su momento más incómodo.
Lo que en principio era una tranquila cena de las hermanas Campos con una amiga en el restaurante del chef José Andrés, a punto estuvo de llegar a las manos tras la irrupción de lo que pensaron que era un joven admirador.
Un pretendiente inesperado interrumpe la cena
Todo empezó mientras Terelu disfrutaba tranquilamente de unas deliciosas croquetas, en compañía de Carmen Borrego y una amiga, cuando de repente un chico joven llamado David se acercó a la mesa de las hermanas tras reconocer a Terelu.
Después de darle dos besos, se sentó con ellas y empezó a "tirarle la caña" diciéndole hasta la saciedad lo guapa que era.
Ante la insistencia del joven admirador, la colaboradora de 'Sálvame' comenzó a mostrarse incómoda pero él continuó su poco sutil cortejo ofreciéndose incluso a darle un masaje. Ya algo enfadada, la colaboradora preguntó si le estaban haciendo una cámara oculta e instó a David a que se retirara, que estaban cenando.
La cobra y las amenazas de Terelu
Al percibir el cambio de humor en el ambiente, el chico le preguntó si podía darle un beso despedida. Terelu aceptó, pensando que sería un casto beso en la mejilla, pero su sorpresa fue mayúscula al percatarse de que intentaba besarla en la boca.
Este gesto del joven fue la gota que colmó el vaso. Tras esquivar el beso, ésta estalló y en actitud amenazadora le dijo que no le tocara las narices, que le daba un tortazo que lo ponía del revés y terminó su amenaza con un sonoro "vete a tomar por culo, imbécil".
Con semejante panorama, la dirección del programa decidió intervenir para solicitar a David que dejara a Terelu tranquila, ya que debían continuar grabando el programa.
Finalmente, el chico se marchó y una Terelu todavía muy molesta confesaba arrepentirse de no haberlo "fostiao".
No era un simple admirador de Terelu
Mientras Terelu seguía con su monumental cabreo, Carmen, que no había presenciado la parte final del incidente porque estaba en el baño, no podía evitar reírse de la situación vivida por su hermana, provocando un aumento en el ya gran enfado de Terelu.
Sin embargo, la historia no concluyó ahí. Un trabajador del restaurante le explicó posteriormente a Carmen que David era un chico de compañía y normalmente se dejaba caer por allí para ofrecerse a las señoras.
A pesar del desagradable acontecimiento, Terelu pudo volver a su plato de croquetas y a disfrutar de su visita a Miami.