Más allá de las dolorosas pérdidas que han marcado los últimos meses de la vida María Patiño la gallega cierra un 2017 de lo más prolífico en lo personal y de lo más completo en lo sentimental después de que se haya anunciado que próximamente se hará pública la fecha de boda con su novio.

No obstante, hasta llegar a tener programa propio en Telecinco y una posición de privilegio en la cadena de Fuencarral no todo ha sido un camino de rosas para esta eternamente joven periodista nacida en Ferrol en el año 1971. Fecha que revela que son 41 las primaveras que esta acumula en un físico privilegiado...

pero retocado hasta la extenuación por el bisturí.

Algo que no conocen muchos como tampoco que su padre fuera un militar de alto rango. Concretamente un teniente coronel que llegó a ser el segundo del Lar Gallego de Sevilla y hasta la mano derecha del coro de la misma organización.

Ya cuando cumplió la mayoría de edad, y tras criarse en Andalucía, la Pati, como la llaman sus más allegados, se matriculó para estudiar periodismo en el centro privado CEADE empezando su andadura profesional en Europa Press junto a Jorge Javier Vázquez para más tarde pasar a la radio autonómica andaluza, a la televisión local de Sevilla y a la edición andaluza de Diez Minutos donde se reveló como una estupenda periodista de corazón.

Sin embargo, su primera aparición en la tele no fue para cubrir ningún evento sino para buscar pareja. Unas imágenes que esta siempre ha querido vetas vuelvan a ver la luz pero que no dejan de acumular visitas en Youtube. Con una cara mucho más juvenil y con todavía muchas zonas de su rostro por limar a golpe de cirugía esta se mostraba de lo más cándida.

Nada hacía presagiar el carácter que acabaría adquiriendo en la televisión.

Las imágenes más dolorosas para María Patiño

No obstante, la imagen más bochornosa y de la que esta se arrepiente es la que firmaría durante una Feria de Sevilla en la que fue retratada junto a Alessandro Lequio con alguna copa de más para Antena 3. Unas imágenes lamentables que a buen seguro desearía borrar de su biografía.

En la parte más íntima y menos conocida de su vida privada hay un nombre propio. El actor Ricardo Rodríguez con quien lleva más de diez años y a quien ha tratado de apartar de los medios desde el primer día.

Poco o nada se sabe de la relación anterior de la que nació el hijo que esta posee y que está a punto de alcanzar la mayoría de edad. Este es su gran amor, además de su marido, Ricardo, a quien siempre llevará consigo en forma de un escondido tatuaje en su muñeca izquierda donde se puede leer ‘R', su inicial y que hace entrever lo mucho que se aman.