Siempre se ha dicho. No es fácil trabajar con las grandes estrellas. Da lo mismo si estas son de cine, de música o de televisión. A diferencia de lo que ocurre con aquellos que tienen una carrera por hacer, los que la tienen hecha suelen responder a un perfil díscolo que trae de cabeza a aquellos que pagan por tratar de incorporarlos al redil.

Ese bien podría ser el caso de Jorge Javier Vázquez, quien en su siempre interesante columna que publica en la revista Lecturas no ha tenido pudor alguno en confirmar que, cuando entran en confrontación sus deseos y los de un tercero, por muy alto que sea su rango, acabará imponiéndose el suyo.

Lo hacía narrando la que es la segunda parte de su desencuentro con Risto Mejide, protagonista de la semana pasada por su entrevista a Alba Carrillo y Nacho Duato, y con quien este comparte labores de jurado en Got Talent. Algo que, a tenor de sus desavenencias públicas vividas en las últimas grabaciones, pone más que en entredicho que ambos vuelvan a coincidir en este espacio.

Pues bien, el último día de grabación, y cuando Risto estaba tratando de enmendar la plana y hacer las paces con el conductor de Sálvame, Sábado Deluxe, Gran Hermano o Supervivientes, el catalán hizo todo lo posible por evitar lo que consideraba una trampa poniendo pies en polvorosa y marchándose el primero de los estudios para empezar cuanto antes su periodo vacacional.

Según narra el de Badalona, cuando todavía no habían recibido la orden de marcharse tras concluir su trabajo, este marchó raudo y veloz a su camerino, agarró todas sus pertenencias y bajó pitando a la salida con tan mala suerte de cruzarse en su camino a un peso pesado del programa como es Mario Briongos.

Jorge Javier Vázquez y su lío con Risto

A pesar del tono contundente de este cuando le comentó que nadie se iría hasta que él lo dijera, J. J. respondió con un "vale, vale" al que seguiría el último descenso de escaleras que casi le cuesta un susto por la velocidad que llevaba para salir de allí. No solo escapaba de Risto o de Mario, sino también de los estudios de Mediaset España. Le esperaba la friolera de un mes de vacaciones.

Así es como este ha revelado públicamente su actitud díscola en el ámbito laboral. Por mucho que le digan los que mandan, a la mínima que pueda hará lo que considere más oportuno. Para eso tiene el peso específico que tiene en la cadena y es quien es. Y quien tenga problemas que le pase un parte a sus superiores. A ver qué le responden.