Andreíta ya suma dos meses independizada y al otro lado del Canal de la Mancha y, desde entonces, la persona que más tiempo pasa junto a ella tiene nombre y apellidos. Hablamos de su novio, Daniel Wozza.
Un joven inglés del que poco o nada se sabe, además de que tiene un parecido físico más que razonable con el gran ídolo de la hija de Belén Esteban, Justin Bieber. Cantante que también estaría entre las predilecciones de este joven británico que nunca esperó que aquella noche que conoció a Andreíta su vida podría cambiar por completo.
Con 20 años, dos más que la hija de la princesa del pueblo, tiene una hermana y, desgraciadamente, no tiene padres.
Su madre falleció cuando este tenía 12 años y su padre con apenas 34 años de edad. Una situación que le obligó a madurar de golpe y hacerse cargo de su hermana, con quien no ha perdido la tradición de ir a ver a sus padres al cementerio y llenar sus tumbas de peluches.
Cuando cumplió la mayoría de edad, como tantos otros jóvenes británicos, este se metió al servicio militar, donde por cierto fue condecorado por su trabajo de protección al ejército. Sin embargo, una vez finalizó este periplo que apenas duró unos meses, decidió apuntarse a una de las universidades de más prestigio de Inglaterra como es la Birmingham Metropolitan College, el mismo centro en el que ahora está dando sus primeros pasos como universitaria Andreíta.
Allí ya lleva dos cursos o dos años, el mismo tiempo que lleva junto a Andrea Janeiro, a quien conoció durante el viaje de fin de instituto a Alicante para disfrutar del sol, de la belleza de las españolas y de los precios más que asequibles para todos los que se manejan diariamente con pounds, como es su caso.
El duro pasado de Daniel Wozza y su nueva y renovada vida
Después de dos años, ambos han dado un grandísimo paso en su relación como es vivir juntos. Tras las idas y venidas de Daniel a España y de Andrea a Reino Unido, los dos han empezado desde septiembre a verse todos los días y así empezar a conocer de verdad y en otras facetas de su vida desconocidas hasta ahora a la otra persona.
Lejos de provocar su distanciamiento, todo hace indicar, según se viene publicando en distintos mentideros de la crónica social, que estos seguirían más juntos y más enamorados que nunca. Algo que no parece fácil teniendo en cuenta las distracciones que existen en la llegada la universidad, máxime cuando empiezas a vivir sola. El amor todo lo puede.