Bombazo por todo lo alto el que hemos conocido en las últimas horas de la mano de uno de los colaboradores estrella de Telecinco como es Kiko Hernández, quien no ha dudado en asegurar que uno de los matrimonios más estables del mundo del corazón de las últimas décadas estaría a punto de resquebrajarse.
Lo hacía en su programa, Sálvame, donde echaba mano de fuentes muy cercanas al que fuera matador de toros y que le habrían hecho llegar que a Jesús se le ha acabado la paciencia: "A esta pareja le queda como mucho cinco minutos de matrimonio". Unas declaraciones que, como era de esperar, hacían saltar al resto de colaboradores y, por ende, trasladar la polémica a unas redes sociales que ponían el grito en el cielo ante el posible anuncio de la separación de una de las parejas más estables del mundo del colorín.
Lejos de dejarlo ahí, el que fuera concursante de Gran Hermano habría agregado la razón por la que estos estarían atravesando la que podría ser su última crisis antes de no tener que afrontar ninguna más en el futuro: "Está al límite Jesulín, no puede más", apostillando que primero fue "lo de María José", luego "lo de un familiar" y por último, la historia de "los padres de María José".
Algo que llevaban también a su primera plana nuestros compañeros del diario El Norte de Casilla, quienes no dudaban en llevar a principales la noticia de que el torero "ya no aguanta más" y que "se le ha acabado la paciencia". Noticia de la que aquí nos limitamos a hacernos eco recogiendo todo lo publicado al respecto y poniéndolo negro sobre blanco.
Los problemas de María José Campanario y Jesulín de Ubrique con sus vecinos
La vuelta al foco mediático del matrimonio del ex marido de Belén Esteban y su actual esposa arrancaba después de que una información relativa a la mala relación de ambos con sus vecinos llevase a un reportero y un cámara del programa de Telecinco Socialité a su residencia en Arcos de la Frontera, donde se produjo uno de los incidentes más bochornosos recordados en mucho tiempo.
Tal y como recogen las grabaciones de aquello, María José Campanario, lejos de haberse quedado al margen mientras los responsables de seguridad y los trabajadores de su casa les conminaban a marcharse, respondió a gritos que salieran de su propiedad a toda voz, poco antes de que esta acabara de nuevo ingresada, según se ha venido publicando en varios medios de comunicación. Corren malos tiempos para la familia Janeiro - Campanario.