El que no haya perdido los papeles alguna vez que tire la primera piedra. El hecho de que el el colaborador con "o" de mayor renombre y sueldo de Sálvame haya salido de sí despotricando como si no hubiera mañana puede ser noticioso, pero no es, per se, algo que se le pueda criticar furibundamente.
Si bien no lo es por las formas, sí lo es por el fondo. Ya que la pérdida de papales de Kiko Hernández no fue la típica "meada fuera de tiesto" que todos los colaboradores de Sálvame firman cada semana, si no una "ida de olla" nunca antes vista en él en directo que acabó con un ataque brutal a Toño Sanchís.
Todo ocurría en la última emisión del programa Sálvame de este martes cuando se volvió a hablar de la situación judicial de Toño Sanchís y Belén Esteban. Del recurso del que fuera su representante para paralizar el pago que en primera instancia se le exigió en el famoso juicio y de la nueva demanda que este tiene ya lista para que le sea entregada a los letrados de la de San Blas.
Un tema que tiene calentito al madrileño, como amigo íntimo de la ex mujer de Jesulín de Ubrique y que, unido a las declaraciones que el valenciano realiza un día sí y otro también cargando contra la princesa del pueblo en su misma cadena, provocaba que este abandonara su imagen de hombre tranquilo para adoptar la máscara de diablo.
Después de recordarle al levantino que mejor se centrase en hablar de sus miserias antes que en las del resto, no dudó en acusarle de "inventarse la enfermedad" de su padre, de "fingir un suicidio" en directo o en insinuar que tuvo un affaire con una chica que no era su mujer en un hotel dando datos sobre aquel día. Así lo recoge Exclusiva Digital, limitándonos a hacernos eco.
El Kiko Hernández más agresivo
Cuando parecía que ya no podían ser más graves las palabras y las acusaciones del ex concursante de Gran Hermano hacia Sanchís, este adjetivaba a Toño como "pelanas", "payaso" y "mierda" que "no tienes ni oficio ni beneficio". La cara del resto de presentes era ya para entonces todo un poema.
Mientras trataban de calmarlo este tomaba aire, bebía agua y se le veía claramente en el rostro una agresividad que quién sabe cómo hubiera canalizado si llega a tenerlo delante y este le hubiera contestado en el mismo tono que se estaba dirigiendo a él.
De hecho, muchos se preguntan ya cómo será la respuesta de Toño a tantísima acusación. Los hay quienes esperan que le ponga en su sitio en antena. Por otro lado los hay convencidos de que esta llegará vía judicial. Se viene una buena guerra entre ambos.