Cuando alguien tiene un carácter fuerte y ya se las sabe todas tras haber pasado por todo tipo de tropelías y situaciones de lo más desagradables a lo largo de su existencia -ya sea voluntaria o involuntariamente- acaba perdiendo el miedo y el respeto a cualquiera y se envalentona en mayor o menor medida.

Eso es lo que le sucede a una Mila Ximénez cuyo carácter avinagrado le sale casi a enemigo por día. Algo que no le preocupa ni lo más mínimo al tener claro que sus amigos, que se cuentan con los dedos de una mano, son los únicos en los que se tiene que esforzar por mantener sin importarle que sus enemigos se cuenten por decenas y por mucho poder que estos tengan.

El último de estos que la colaboradora de Sálvame ha decidido introducir en el pesado saco de enemistades con el que debe cargar a diario no es ni Kiko Matamoros, ni Terelu Campos, ni Laura Fa, ni ninguno de todos estos personajes con los que se las ha tenido de todos los colores antes de sacarlos de su vida.

De hecho no se trata ni siquiera de una persona física, sino de un enorme y poderoso grupo de trabajadores como son los taxistas, a quien esta declaraba la guerra abiertamente en una de sus últimas intervenciones en el programa de corazón decano de la televisión española provocando reacciones entre el gremio de conductores de taxi de lo más duras hacia su persona.

Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que, curiosamente, una semana después de que se pillara el dedo al coger un taxi, declarara lo que declaró tras analizar con el resto de compañeros de tertulia el desagradable día de huelga con agresiones que se vivió en la lucha de este sector contra los conductores pirata de Uber y Cabify.

Mila aseguró que tras ver cómo se las gastaban durante la huelga, desde ese mismo momento, iba a "a intentar no volver a coger un taxi". Lejos de dejarlo ahí aseguró que iba a tratar de moverse con la competencia desleal de estos porque ella coge "el servicio que me da la real gana", para agregar que "con amenazas, con insultos, con vejaciones y con advertencias" no lidiaba para apostillar: "mientras que pueda no cojo ni un taxi más en mi vida, ¿queda claro?".

Kiko Hernández y Paz Padilla se suman al boicot a los taxis

Por si esto fuera poco, sus compañeros de programa, también muy críticos con los taxistas, se sumaron a su discurso provocando que los conductores de taxi más activos en las redes sociales comenzaran recordar a esta terna quiénes son realmente Uber y Cabify y las pocas garantías que dan a sus pasajeros. La guerra está en marcha.