Dejar la Televisión, por muy dura que sea, mucho que desgaste y por muchos castillos de arena que uno quiera construir pensando que hay una salida económica al otro lado de la pantalla, no es nada fácil.

Así lo han venido confirmando distintos personajes que en su momento abandonaron la pequeña pantalla con la intención de alejarse para siempre del mundo del corazón y que, con el paso del tiempo y las deudas apilándose encima de sus mesillas de noche, han acabado por recular en sus intenciones iniciales para retornar con el rabo entre las piernas.

Una decisión que por ahora no han tomado todavía en la familia Matamoros, pero que no habría que descartar en absoluto a tenor de las informaciones que hablan de "las peores navidades" para la familia, como sucede, por ejemplo, con la información que manejan nuestros compañeros de Cotilleo.

Estos hablan de una familia con muchísimos problemas que, actualmente, estaría sin ingresos fijos, dado que ni Kiko Matamoros ni Makoke gozarían de un salario o un proyecto empresarial lanzado, a expensas que algunas de las muchas ideas que estos estarían manejando acaben por fructificar.

Mientras esto llega, indican, estos deben seguir haciendo frente a los pagos de las letras del aplazamiento a Hacienda que habrían realizado en su momento y que, según sus fuentes, alcanzaría la friolera del millón de euros, lo que nos hace intuir que los intereses de tales pagos son verdaderamente aterradores.

Por si esto fuera poco, se habla también del distanciamiento evidente y que se ha venido televisando en los últimos tiempos que existe, al menos, con parte de su familia. De esta manera se habla de la escasa relación de los Matamoros con Laura, un posible alejamiento con Diego y con un Javier Tudela alejado también de estos para acabar de coronar una situación de lo más delicada.

Las tristes navidades de los Matamoros

Y es que, más allá de los problemas económicos que para todos son lo primero a solucionar cuando la salud acompaña, en unas fiestas como estas el hecho de que una familia se siente a la mesa sabedora de que hay demasiados frentes por cerrar acaba doliendo, a menudo, incluso mucho más que todo lo otro que parece acabará teniendo solución, tarde o temprano.

Con ese panorama encaran las navidades los Matamoros que, salvo milagro en forma de lotería de El Niño, se trasladará también a un 2018 que se antoja negro para ellos. Ojalá cambie su suerte y todo se arregle pronto.