Sálvame no es ni un equipo ni una piña. Eso es algo de lo que somos testigos todos los telespectadores cuando nos sentamos a verlo cada día. Las facciones que existen entre los protagonistas de este espacio, las rencillas personales y sus puntos de vista irreconciliables sobre tantas cosas son más que evidentes.

Si hace unos meses la oveja más negra del corral era un Kiko Matamoros que ya no forma parte del gallinero más famoso de la televisión, ahora solo hace detenerse unos segundos y ojear la fotografía adjuntada como imagen principal de esta noticia -y que se puede ampliar pulsando encima- para cerciorarse al segundo de quién no está a gusto con su labor en el programa...

ni tampoco con sus compañeros.

Efectivamente, hablamos de Lydia Lozano, quien durante las últimas horas se confesaba en el programa de corazón vespertino de Telecinco ante Jorge Javier Vázquez y el resto de sus compañeros deslizando que hace tiempo no es feliz yendo a trabajar allí, para sorpresa de propios y extraños en el plató y fuera de él.

La colaboradora, conocida por su facilidad para el llanto, aseguraba que si Sálvame acabara pronto, como se ha venido especulando si no mejoran sus datos de audiencia, esta no lloraría, ya que para ella supondría "una liberación", dado que empieza a sentir que de un tiempo a esta parte ha empezado a abandonar a su yo real por el personaje que todo se lo estaría comiendo.

Y es que no es tan fácil para todos dejarse los problemas en la puerta y llegar a casa como si nada hubiera pasado, olvidándose de golpe del personaje y de las barbaridades que le hayan podido dedicar por parte de gente que, se supone, le quiere como compañera.

Tal fue la dureza de la declaración de Lydia que Jorge Javier no tardó en preguntarle por qué no se iba de Sálvame si tan mal lo estaba pasando, respondiendo que hacerlo sería "perder una batalla, rendirse", y eso no va con su personalidad, a pesar de que no le falten ganas para hacerlo.

Enfado generalizado con Lydia Lozano

Sin duda, toda una bomba que una de las colaboradoras más veteranas de este espacio no se corte a la hora de hablar que no le daría pena que acabase su programa, que solo aguanta en él por no rendirse antes de hora y, quizás más aún, la poca empatía que mostraron con su discurso sus compañeros.

Está claro que sus palabras no han sentado nada bien entre los protagonistas de Sálvame ni tampoco en Telecinco. Algunos ya dicen que si no se marcha ella, igual se va a través de la no renovación. Veremos.