Lo que la familia ha unido, que no lo separe el Sábado Deluxe... o mejor dicho el polígrafo de Conchita. Eso es lo que debe haberles dicho María Teresa Campos a sus dos hijas después del lamentable espectáculo que ambas ofrecieron a toda la familia durante la última emisión del programa sabatino más rosa de la parrilla televisiva.

Allí, quien se sentaba en la conocida como "la máquina de la verdad" era Carmen Borrego, hija menor de Mª Teresa, sometiéndose a un tercer grado familiar que solo podía acabar como acabó a la postre. Es decir, generando tensiones de altos vuelos entre ella y su hermana mayor.

Las razones fueron varias.

Todo arrancaba al ser preguntada sobre si alguna vez había tenido envidia del físico de su hermana Terelu, a lo que esta respondía que no. Sin embargo, Conchita indicaba que su respuesta "era mentira". Al segundo reculaba y recordaba que cuando era pequeña tuvo celos porque su hermanísima era "un bombón".

Pero el momento más crítico llegaría ante la pregunta de si consideraba que su hermana había alcanzado ciertos contratos que la había llevado a ser presentadora gracias su madre. Esta volvía a decir que no... y el polígrafo volvía a indicar que la entrevistada "mentía". Drama al canto.

Con Terelu dando vueltas por el plató, el enfado de la hija mayor de la veterana periodista fue en aumento al ver cómo se estaba revelando que la imagen que tiene su hermana de ella no es precisamente la que le muestra cada vez que están ambas juntas.

Como era de esperar, lo peor estaba por llegar.

Tal y como revelan nuestros compañeros de EsDiario, después de finalizar el polígrafo, ambas tuvieron una más que agria discusión en los pasillos a tenor de las revelaciones que se acababan de conocer y que dejaban, una vez más, en muy mal lugar a una Terelu Campos, que ya no puede ser vilipendiada más en Telecinco.

Jaleo en los pasillos de Telecinco

Al parecer el tono de la conversación fue subiendo de tal manera que fueron varios los testigos de un encontronazo que no sabemos cómo de fácil será reconducir en las próximas fechas.

Y es que hay quien asegura ya que su relación está mucho más deteriorada de lo que ambas muestran públicamente.

Sea como fuere, y aunque fuese con la intermediación de su madre, parece que la familia, por motivos sentimentales o profesionales, parecen predestinados a tener que entenderse o, al menos, no llevarse a cara de perro. Veremos cómo lo arreglan.