El mundo al revés parece estar aquí como si se tratase de la famosa y exitosa serie de Netflix, Stranger Things. Después de toda una vida acusando a Belén Esteban de ser quien vetaba la presencia de varios personajes en Telecinco por sus supuestos encontronazos del pasado, como sucedió con Pepa Jiménez o Ángela Portero, entre otros famosos, ahora es ella quien podría haber sido vetada.

Eso es al menos lo que vienen publicando nuestros compañeros de Periodista Digital en lo que se barrunta como la nueva gran guerra que promete dejar titulares y llenar programas en la cadena de Fuencarral durante el próximo invierno y que tiene a dos de las colaboradoras más veteranas del programa como protagonistas.

Entrando en harina, y a diferencia de otros vetos como los comentados anteriormente y sobre los que se escribieron ríos de tinta, en esta ocasión ese veto no consistiría en impedir que la llamada princesa del pueblo acudiese a ninguna cadena o a ningún programa, más allá de si ella estuviese presente, ni mucho menos.

Tal y como recoge la fuente mentada anteriormente, y siempre a raíz de una revelación de Kiko Hernández, quien habría sido quien habría puesto el grito en el cielo tras llegarle la información de buena mano, se trataría de un veto vinculado a la imagen y que vendría a consistir en que una firma que viste a la colaboradora Lydia Lozano no podría vestir a Belén Esteban.

Toda una bomba informativa que el colaborador de "Sálvame" revelaba en pleno directo en este mismo programa y que provocaba caras de extrañeza como la que pueden ver de la de San Blas como imagen principal en esta entrada y que, también, como era de esperar, provocaba que la protagonista de esta historia saltara de la silla al grito de "es mentira" mientras rompía a llorar por enésima vez en ese plató.

Nueva guerra en Sálvame

Lejos de amilanarse, Kiko Hernández daba más detalles sobre este supuesto veto indicando que este consistiría en que, después de que una firma de moda se hubiera acercado a Lozano para vestirla, esta le hubiese puesto, además de ciertas condiciones económicas, una cláusula que, presuntamente, no se podrían saltar para cerrar el acuerdo: Que no vistiesen a la ex mujer de Jesulín de Ubrique.

Aunque Lydia asegura que eso nunca fue así, Hernández insiste en que sus fuentes son fidedignas, como ha quedado demostrado en otros asuntos. Sea como fuere, se viene jaleo y de los buenos en Sálvame.