Miley Cyrus concedió hace unos días una entrevista al reconocido programa de la CBS Sunday Morning en la que habló largo y tendido de cómo fue para ella interpretar al personaje de Hannah Montana y cómo este afectó a su psique.
La artista, que acaba de publicar su nuevo álbum, Younger Now, ha hablado por primera vez alto y claro sobre la que fue su alter ego durante años.
Las presiones hacia Miley Cyrus
Cyrus ha hecho hincapié en la presión a la que se veía sometida desde que era una niña. "Tenía que tener siempre bien el pelo, el maquillaje, tenía que ir al colegio y luego volver a ponerme una peluca y vuelta a empezar" ha declarado en su profunda entrevista a la CBS.
La rutina de Miley le hacía muy difícil diferenciar entre cuándo era Hannah Montana y cuándo era Miley Cyrus.
También se habló durante el programa de su opinión acerca del fenómeno que causó Hannah Montana. En sus propias palabras: "creo que a la gente le gustaba Hannah Montana porque era real y eso era porque yo estaba allí. Pero era duro para mi equilibrarlo todo". Ese desequilibrio o desdoblaiento de la personalidad es la razón por la que Miley cree que hoy en día hay algo en ella que no está del todo bien.
Best of both Worlds, la gira de la confusión
Hay que recordar que Miley Cyrus comenzó a triunfar bajo su propio nombre a la vez que Hannah Montana seguía en antena y grababa discos. Este continuo cambio entre su yo real y su yo ficticio fue lo que más le costó a la artista asimilar y, de hecho, fue lo que más daño le hizo de este personaje.
Pero el culmen de este trastorno de la identidad se dio cuando comenzó la gira Best of both worlds en la que se mezclaban las actuaciones de Miley Cyrus como Hannah Montana y las de Miley Cyrus como ella misma. Todo ello sumado a la temprana edad a la que triunfó esta cantante, en la que distinguir la diferencia entre lo real y lo ficticio se hacía realmente difícil.
Ella misma lo admite durante la entrevista del Sunday Morning: "Lo difícil era lidiar con las dos partes de mi misma, con el mundo real y el ficticio".
Toda la presión, unida a la confusión de la personalidad del personaje con la personalidad real en conjunto con el gran éxito que tuvo la serie y la gira posterior de Hannah Montana crearon un problema psicológico en Miley Cyrus, quien hasta ahora no había admitido nunca este problema.
No obstante, a pesar de lo negativo, Miley admitió que le encantaba ser Hannah Montana y que fueron buenos tiempos y una etapa muy positiva para ella como artista.