Belén Esteban quiere casarse y se acabará casando. Una información que no es precisamente nueva, como tampoco lo es que su camino al altar por tercera vez no está siendo precisamente un camino de rosas. Ni mucho menos.
Si hace apenas un año esta confesaba en varias de sus exclusivas que su mayor deseo a nivel personal y profesional pasa por pasar por el altar con su pareja Miguel Martos y convertir al que califica como "hombre de su vida" en padre por primera vez dándole así un hermano a Andreíta pidiendo algo de tiempo en esta empresa, ahora todo ha quedado paralizado.
En este sentido, si en 2016 aludía al trabajo y a la resolución del juicio contra Toño Sanchís que esta ganó en primera instancia ahora, cuando ya había anunciado que se casaría por la iglesia, así como que algunos de los presentadores y colaboradores de Sálvame no serían invitados, todos los planes adelantados se han caído como si se tratara de un castillo de naipes.
Así lo confirmaba en su última aparición en Sálvame la propia Princesa del pueblo con el rictus más serio de lo normal como a quien le quintan la ilusión de llevar a cabo aquello que lleva tanto tiempo preparando en su cabeza. Ante tal estampa sus compañeros no tardaban en preguntarle el porqué de tal paralización repentina.
Algo que esta solventaba indicando que "primero hay cosas que arreglar", haciendo así referencia, aunque de manera indirecta, al recurso del que fuera su representante a lo largo de una década presentado ante la Audiencia Provincial y que ahora le obliga a volver a preparar su postura ante los tribunales.
Y es que, en el caso de que esta perdiera en esta instancia, ya no habría margen para un nuevo recurso.
Los juzgados impiden que Belén vuelva a casarse
Además de este asunto que ha trastocado inesperadamente a la rubia más famosa de España, otro asuntos, también con tintes judiciales, estaría impidiendo que se pudiese fijar una fecha para el ansiado enlace que algunos ya han calificado como la boda del siglo.
Este asunto no sería otro que la demora en conseguir la nulidad del matrimonio con Fran Álvarez que se antoja necesaria para volver a dar el sí quiero.
A pesar de lo que la Esteban pensaba, con fechas que se habían empezado a manejar en su círculo más cercano, su boda con "el Migue" tendrá que esperar, de entrada, teniendo en cuenta que no dará tiempo a montarla en verano de 2018, a 2019. Eso sí, siempre que no surjan más problemas por el camino.