Se veía venir. Después de mucho tiempo jugando al gato y al ratón, y tras confirmar en distintas entrevistas que lo único que le mantenía atado a un trabajo que le estaba desgastando tanto a él como al resto de su familia eran sus problemas económicos, Kiko Matamoros da por finalizada su etapa como colaborador de Sálvame.

Lo ha hecho por la puerta de atrás, sin hacer ruido, sin un Deluxe explicando las razones -al menos no por ahora- y por una serie de motivos a los que hemos tenido acceso y que ya han sido corroborados por distintas fuentes que versan la actualidad diaria de la información televisiva.

Su retorno, se antoja, a día de hoy, imposible.

Y es que más allá de ese motivo principal del desgaste personal y familiar que le supone la tremenda exposición personal y la de su familia a la que se enfrentan los tertulianos del programa de corazón decano de la Televisión en España, hay que agregar el problema personal de primera magnitud que éste venía arrastrando en los últimos tiempos con Mila Ximénez, una de las reinas del cortijo.

Todo comenzó cuando éste, con motivo de una de sus muchas intervenciones estéticas, estuvo ausente durante unas fechas en las que, para no perder los ingresos familiares, fue sustituido por su mujer, Makoke, quien fue completamente devorada por varios de los colaboradores del programa, con Mila Ximénez a la cabeza.

Siempre según la versión del entorno de Matamoros, lo que sucedió durante esta época fue terrible, teniendo su mujer que aguantar todo tipo de agravios que, posteriormente, y una vez Kiko de vuelta a su silla, provocaron una demanda de Makoke a Mila que sigue coleando a día de hoy y que tiene a Ximénez y al marido de Makoke en una guerra sin cuartel televisada.

Como sucede en todas las guerras, todos los implicados, en este caso los colaboradores, se ven obligados a tomar parte y, tal y como ha podido comprobar tras su retorno de las vacaciones Matamoros, nadie se ha colocado en su trinchera. Mientras Lydia Lozano vendía sin su consentimiento el embarazo de su hija Laura Matamoros, María Patiño se unía a Mila en su crítica a Laura por vender su vida.

Ni que decir tiene que una de sus grandes enemigas mediáticas desde tiempos inmemoriales, Belén Esteban, a quien atacó en sus dos "Belenazos" de este año en Sábado Deluxe cuando todavía creía tener fuerza en el programa, también se ha posicionado en su contra dejándole solo. Parece que, salvo giro inesperado, Kiko se unirá al club de los espantados formado por Raquel Bollo, Karmele Marchante o Terelu Campos.