Pablo Iglesias, el líder de la formación morada, vuelve al foco de la polémica. Si hace apenas unos días fue el protagonista de una grave discusión en "Las mañanas de Cuatro", donde tildó al presentador, Javier Ruiz, de manipulador tras una acalorada conversación donde el líder de Podemos afirmaba no estar de acuerdo con la independencia. No obstante, el presentador nombró que en Comú Podem o Dante-Fachín sí lo estaban.
Graves críticas a Felipe VI por parte de Podemos
No contento con esto y apenas una semana más tarde del fuerte rifirrafe en Cuatro, Iglesias aprovechó el diálogo con la militancia en la Morada de Getafe, para criticar al monarca español, Felipe VI. El líder del partido morado se preguntaba para qué sirve el monarca y se respondía él mismo: ¿Para reforzar la posición del Partido Popular? Y añadía que su apoyo era al partido más corrupto de Europa.
Pero el político ha ido más allá y también ha criticado que el monarca no se dirigiera contra las víctimas de la crisis, las cargas policiales o la corrupción.
Y añade además que Felipe VI no tiene proyecto de país y únicamente su deseo es la resistencia del partido de Rajoy.
Unas durísimas acusaciones contra el monarca en uno de los momentos más convulsos de la política española, pues la crisis independentista de Cataluña ha generado que los partidos más importantes de nuestro país se posicionen a favor o en contra, generando gran controversia entre sus militantes.
Podemos considera el 155 como "suspensión de la democracia"
Sin embargo, en el caso de Podemos, han rechazado rotundamente la aplicación del artículo 155 que el Gobierno puso en marcha en el Consejo de Ministros celebrado en el día de ayer. A diferencia del PSOE, el partido morado ha tildado la decisión de Rajoy de: "suspensión de la democracia en España y en Cataluña".
Pese a esto, Iglesias dice estar orgulloso de integrar un partido que "no se asusta" y "no tiene miedo a nada".
Sin embargo, Podemos ha sido claro y conciso sobre sus expectativas tras la aplicación del 155. El partido morado "obliga" al Partido Popular y al PSOE a ponerse de acuerdo con Podemos, pues cuentan con un apoyo en el Congreso bastante importante para llevar a referéndum dichas cuestiones. De este modo, Iglesias intenta meter cabeza en las cuestiones más importantes dentro de la política española pese a que sus opiniones difieren bastante de la del resto de partidos políticos.