Dicen que en la guerra, como en el amor, todo vale. Si juntamos estos dos ingredientes, le sumamos la resaca eterna de un desamor vendido a los cuatro vientos, y lo agitamos con fuerza en la televisión nos sale un trío de protagonistas dispuestos a todo para desacreditar a su contrario ante la opinión pública.

Eso es lo que tanto María José Campanario como Belén Esteban estarían haciendo en su particular batalla mediática de la que todos estamos siendo testigos desde que se terminaran las vacaciones de verano, día sí y día también, ya sea a través de entrevistas en televisión, en revistas o a través de terceros que hablan "por boca de".

En este sentido, y después de que, supuestamente, la mujer de Jesulín de Ubrique hiciera servir a terceros para hacer llegar a la opinión pública los mensajes de WhatsApp cruzados con la hija de su marido y de la de San Blas, Belén Esteban habría decidido dejar de tener tacto con una persona que asegura no está del todo bien para ponerla en su sitio. A Andreíta, ya se sabe, no se toca.

Es por eso que en las últimas horas la "princesa del pueblo" habría cruzado una línea roja más en su batalla en los medios contra la castellonense metiendo de por medio a su marido para explicar por qué el flujo de informaciones encaminadas a desacreditarla había parado sorprendentemente.

Algo que, según la rubia más famosa de España, se debería a la intermediación de Jesulín contra su propia mujer parándole los pies.

Concretamente, las palabras de Belén eran las siguientes: “Jesús tiene la culpa de no haberla parado, pero creo que lo ha hecho”. Algo que ésta agradecía encarecidamente.

La razón argumentada por Belén es, según ella, de sentido común. Más allá de que pueda estar más o menos de acuerdo con su mujer, lo cierto es que es de su agrado que se filtren informaciones personales de su hija ni que ésta se convierta en un personaje mediático por culpa de terceros, máxime cuando la joven ha rehusado a formar parte del mundo.

¿Qué esconde Campanario de Belén Esteban?

Ya sea cierto o no, lo que sí parece es que el hecho de haber metido en esta guerra entre dos "felinas" al hombre que ambas tienen en común y que ahora es marido de la odontóloga no le habría sentado nada bien a esta última, quien podría no haber dicho todavía su última palabra.

Y es que, cabe recordar, se viene diciendo desde distintos mentideros que tratan la actualidad de la crónica social que Campanario estaría en posesión de información de lo más delicada que habría conocido a través de revelaciones de su ex marido, cuando no de Andreíta, que podría llegar a utilizar si su cara a cara se sale de madre.