Hasta que hace unos meses no pudo contener la emoción anunciando la llegada de sus dos mellizas, Abril y Jimena, al mundo convirtiéndolo en padre primerizo por partida doble, gracias a la gestación subrogada, la vida de Kiko Hernández era todo un misterio para la prensa.
A pesar de que este confesaba que antes de ser padre no perdonaba su presencia en un sarao donde hubiera un posible chisme que convertir en una exclusiva, los medios parecían respetar su decisión de no soltar ni media prenda sobre todo aquello que no fuera su actividad profesional en la televisión.
Sin embargo, Francisco Hernández Ruiz, como pone en su DNI, se llama Kiko junto a una fecha de nacimiento que revela tiene 41 años, tiene un pasado, como por otro lado lo tenemos todos, repleto de aventuras familiares, sentimentales y empresariales que ha tratado de mantener al margen de la vida pública.
Con sus padres separados cuando era un niño, buscó la independencia económica muy temprano trabajando como vendedor de libros y camarero antes de acceder al mundo inmobiliario donde montó su propia empresa. Un oficio que mantendría hasta que entrara a Gran Hermano, lugar que marcó un antes y un después en su vida.
Con 25 años conocía a Patricia Ledesma, su única novia conocida hasta el día de hoy.
La cosa no acabaría precisamente bien dejándolo en la soltería de nuevo. Con el paso de los años los rumores que le situaban como bisexual se fueron acrecentando sin que este quisiera negarlo nunca. No obstante, era en 2009 cuando deslizó públicamente que la primera vez que se había enamorado fue de un hombre.
Después de mucho tiempo en la televisión este adquiría su famoso chalé Villa Chatín situado en la sierra madrileña.
Con 500 metros, seis dormitorios, cuatro baños,gimnasio, piscina y sala de ocio se convertía en todo un personaje de la clase alta madrileña. Por si eso fuera poco se compraba un piso en el centro de Madrid de más de 100 metros.
Las operaciones de estética de Kiko Hernández
Otro de los asuntos que este ha tratado de esconder, a pesar de la evidencia de las imágenes del antes y del ahora, está relacionado con sus visitas al cirujano estético.
Sus nuevos dientes, sus nuevas orejas, la desaparición de sus bolsas y algún que otro tratamiento están en su haber médico.
Algo que no impedía que en 2012 tocara fondo llegando a dejar la televisión por un tiempo hasta que la felicidad volvió a llenar su vida hace unos años. Tanto que decidía ser padre siendo ahora el momento en el que el madrileño parece más feliz en toda su existencia. ¡Qué dure!