Que la relación entre los distintos grupos de Sálvame no es idílica ya lo sabemos. Que hay colaboradores que preferirían no trabajar con algunos de sus compañeros, también. Ahora, que estos problemas sobre todo cuando tienen que ver con asuntos personales e íntimos, iban a ir saliendo a la luz poco a poco ya no parecía tan evidente.

Sin embargo así ha sido, al menos en lo que afecta a uno de los careos más desagradables vividos en los últimos tiempos en el programa de corazón decano de la Televisión española, entre Mila Ximénez y Lydia Lozano, dos de las colaboradoras más veteranas del programa de las tardes en Telecinco.

Todo sucedía en una de las últimas emisiones de "Sálvame", cuando ambas, una vez más con discursos encontrados, empezaban a calentarse hasta sacar a relucir un asunto que Mila parecía llevaba guardando durante mucho tiempo para echarle en cara en el momento oportuno a su compañera, revelando una situación de lo más desagradable entre ellas con el resto de sus compañeros como protagonistas y testigos.

Y es que a pesar de formar parte de la intimidad de los tertulianos, la ex mujer de Manolo Santana no tardó en sacar a relucir una cena de hace cuatro años en la que la Lydia Lozano a modo de celebración, invitó a todos sus compañeros de programa. Eso sí, si lo llega a saber no la monta.

Una de las invitadas a esa cena fue, cómo no, Mila Ximénez, quien asegura acabó vomitando por culpa de la "racanería" de la anfitriona, quien habría decidido invitar a cenar a sus colegas pero eso sí, sin rascarse mucho el bolsillo a tenor de la elección del escenario.

Un episodio que sentó fatal viera la luz en un momento de acaloramiento y que tuvo como réplica por parte de Lydia el recordatorio de que todo el mundo cenó bien menos ella. Pero ojo, que la cosa no acabó ahí.

Mila, a malas contra Lydia Lozano

Como sabrán los seguidores del programa, durante los últimos días ha tenido lugar una subasta con motivos benéficos en la que han participado los miembros de la mesa de "Sálvame" de unas reproducciones de cuadros clásicos, pintados con sus caras sustituyendo a los originales por los que cualquiera podía pujar.

Pues bien, hasta ahora sabíamos que todos los subastados han sido vendidos, pero lo que no conocíamos era que uno de ellos tuvo que ser comprado por la propia protagonista de la reproducción. Ese fue el caso de Lydia Lozano, quien se vio obligada a pujar por su cuadro ante la ausencia de pujas. Algo que Mila reveló a malas durante esa misma discusión. Lo suyo parece irreconciliable.