Es llamativo lo mucho que se habla de Belén Esteban, la reina del corazón en nuestro país, y lo poco que se menta o se sabe del que es su novio, próximo marido y futuro padre del que sería el segundo hijo de la conocida como la Princesa del pueblo.

Algo en lo que ha puesto muchos esfuerzos la colaboradora de Sálvame desde que comenzaran a salir juntos. El desinterés por el circo mediático del joven Miguel Marcos, o como ella le llama cariñosamente "el Migue", también ha sido decisivo a la hora de dar un paso al lado cada vez que su rubia ha formado algún tsunami mediático.

Con tan solo 30 años, es decir, trece menos que su chica, y aunque como ha reconocido Belén en más de una ocasión podría haber hecho, el conductor de ambulancia sigue cada día levantándose para acudir a las llamadas de emergencia como las que llevaron a conocer en su momento a la de San Blas tras un episodio de azúcar de los muchos que Belén ha tenido que afrontar a lo largo de su vida.

Después de un par de intervenciones con él al volante "salvándole la vida" como la Esteban ha indicado más de una vez surgió la chispa entre ellos sin que la edad ni la condición de famosa de ella supusieran impedimento alguno para iniciar una vida juntos, y junto a Andreíta, quien ha visto en Miguel a una figura paterna de primer orden.

Y es que si algo dicen de Marcos es que es tremendamente cariñoso. Tanto que su poco tiempo libre lo empeña en ver a sus padres y sus hermanos y en pasarlo con Belén y su hija, sus dos ojitos derechos a las que trata de devolver todo el amor que le entregan también cada día.

Unas cualidades muy poco conocidas por esta aversión a los medios de comunicación de Miguel que también han evitado que se revele el origen humilde de su familia, que como la de San Blas también ha pasado por momentos complicados en los que siempre ha aparecido la Princesa del pueblo para echar una mano, como no podía ser de otra manera.

El episodio más negro de la biografía de Miguel Marcos

Aunque ya está olvidado nadie olvida el desagradable momento en el que Belén Esteban reconoció en antena que el que siempre ha considerado como hombre de su vida, "el Migue", le había puesto los cuernos.

Después de un tiempo separados, y de las disculpas por tierra, mar y aire de Miguel, ambos se daban cuenta de que no podían vivir separados y que todos podemos cometer un error de juventud como el que él había cometido. Desde entonces parecen estar más enamorados que nunca.