Eran hasta hace poco la cara amable del humor bestia francés sin concesiones, vamos, el Charlie Hebdo para parvularios. En nuestro país “se dieron a conocer” por una enorme polémica, hoy olvidada, cuando parodiaron a varios deportistas españoles, y estos, junto con toda España, casi les declaran la guerra.
Canal+ España tuvo una versión propia, “Las noticias del guiñol”, traducción casi literal de “Les guignols de l’Info”, que se incluían como espacio diario en el magazine “Lo más plus”, presentado por Máximo Pradera, Fernando Schwartz y Ana García Siñeríz.
Eran más suaves que sus colegas franceses, aunque tuvieran puntos de sátira.
Su paso por la emisión codificada les hundió en audiencia
Pues hace dos años, por imposición del dueño de Canal+ Francia, “Les Guignols de l’Info” pasaron a verse en emisión codificada, como casi toda la programación del canal. Perdieron, por lo tanto, mucha de su audiencia habitual. Hace poco han vuelto a verse en abierto, y adelantando unos minutos su emisión, que antes era a las ocho en punto. Pero muchos han coincidido que los Guignols actuales ya no son los que eran. Ya no son aquellas fieras de látex que parodiaban todo de manera políticamente incorrecta.
El diario Le Parisien le dedica un reportaje demoledor, empezando por el titular: “De los Guignols, no queda más que el nombre”.
Y lo ilustra con una foto de un sketch del guiñol de Donald Trump acompañado por miembros del Ku Klux Klan y la bandera confederada al fondo, celebrando el concurso “Miss Inmigrante”, queriendo parodiar el “Miss Universo” que hasta hace poco el magnate patrocinaba.
Varios antiguos componentes del programa son muy duros con los actuales Guignols: “Ya no los ve nadie.
Es lógico, los sketches [actuales] son desesperantes”. Otro dice, sobre la tendencia actual de temas: “Las bromas sobre el fútbol y las parodias sobre películas son aburridas, pero el resto, por supuesto la Política, es flojo”.
Han tratado incluso de reciclar antiguos personajes imitados, como el ex Presidente Jacques Chirac, en “Jack Chirak” (sic), convirtiéndole en una especie de viejo rockero, en uno de los sketches.
Pero la tendencia es parodiar la Ligue 1 (la Liga francesa) y meter una broma tras otra si el OM (Olympique de Marsella) pierde partidos.
De 1.800.000 espectadores a los actuales 200.000
Pero el retorno a emisión abierta se encuentra con que el público que antaño les seguía y adoraba, ya casi no existe. La culpa la tuvo su pase a emisión codificada, con muchos cambios de horario sin mejorar su audiencia, ya que tenían que conformarse con los abonados a Canal+. Antes de codificarlos, tenían 1.800.000 espectadores, y ahora, nuevamente en abierto, apenas 200.000.
Y eso no es nada: para evitarse líos y polémicas del pasado, con políticos quejándose como les parodiaban (y lo de los deportistas españoles es otra historia, que acabó con Alain Affelou, el empresario de las ópticas, retirando su publicidad del programa), el dueño de Canal+ Francia ha impuesto un humor políticamente correcto, o “Un humor aceptable”, como lo definió él mismo.
Y con nuevos guionistas, contratados para darles ese toque a los sketches.
Aunque todavía es capaz de hacer enfadar a alguien, como pasó con la cantante Céline Dion y algún personaje del Québec, debido a la mala imitación del acento francés “québecois” por parte de las voces del programa.
Resultado: “Les Guignols de l’Info” en decadencia. Según los expertos, todavía tienen sketches incisivos, pero ya apenas queda la revista Charlie Hebdo, o sus supervivientes a los atentados, para cultivar ese humor políticamente incorrecto a la francesa que no se casa con nadie, aunque peque de trato deshumanizado al niño sirio ahogado en una playa o a las víctimas de un terremoto en Italia.