El asunto de los WhatsApps cruzados entre María José Campanario y Andrea Janeiro parece que no va a dejar de generar ríos de tinta y minutos de Televisión durante mucho tiempo.
La aparición de lo que ya califican en "Sálvame" como el equipo de voceros de María José Campanario, que estarían haciendo las veces de altavoces de lo que la castellonense querría transmitir en los medios de comunicación para dejar a los pies de los caballos a la rubia más famosa de España, así lo confirmaría.
Y es que, el perfil bajo, tranquilo y hasta "pasota" que la odontóloga había adoptado durante los últimos años evitando entrar en ninguna polémica con la ex pareja de su marido es ya historia, después de que la de San Blas mentara a la castellonense en sus dos primeros "Belenazos" de la temporada en el "Deluxe" revelando supuestas comunicaciones privadas entre ambas que Campanario desmentía en Hola y a través de su entorno.
Una vuelta al ruedo inesperada que ha provocado que Belén Esteban se convierta, día sí y día también, en la protagonista que acapara casi todo el tiempo de emisión en Sálvame y para muestra un botón. La emisión de ayer del programa de corazón decano de la televisión española en la que la rubia volvió a dejar caer que vale más por lo que calla que por lo que habla.
En este sentido, y después de advertir a la familia Janeiro-Campanario y a su entorno de que dejen de nombrar a su hija y mucho menos utilizarla invadiendo su privacidad, la princesa del pueblo perdía los papeles vociferando que a toda esta familia, incluyendo tíos y abuelos se les debería "Caer la cara de vergüenza".
La guerra entre los Janeiro-Campanario y los Esteban se recrudece
Cuando parecía que nada más gordo podría llegar al hablar así de la que es la familia de sangre de su hija, la de San Blas contraatacó por sorpresa, espetando que iba a guardar silencio porque así se lo había pedido su hija sintiéndose impotente y a punto de estallar en lágrimas cuando deslizó que algo ha ocurrido últimamente entre ellos y su hija.
Mordiéndose la lengua, Belén llegó a expresar que "la última es tan gorda..." que prefería no decir nada, se entiende que por respeto a su hija y para evitar así seguir entrando en una rueda que la tiene, tanto a ella como a su hija y a la familia paterna de esta última, en el centro del foco mediático cada día.
Después de mucho tiempo de tregua, parece claro que tanto los Janeiro-Campanario como los Esteban y sus respectivos entornos han decidido volver a la batalla. ¿Tiene este asunto final?