Que Twitter lo carga el diablo parece más que demostrado. Algo que día sí y día también se encargan de probar muchos de los rostros más famosos del ecosistema de celebrities que allí habita y que ha tenido en la cuenta de uno de los periodistas más lenguaraces de este país su último capítulo.

Hablamos, cómo no, del que fuera pareja de Terelu Campos, ex asesor del amor en "Mujeres y Hombres y Viceversa" y periodista deportivo Pipi Estrada, quien no ha dudado en cargar contra la totalidad de los colaboradores del programa de Telecinco: "Sálvame" acusando a todos ellos de algo muy serio.

Lo hacía a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, donde el ex de Miriam Sánchez se calentaba de golpe y porrazo subiendo una foto y un mensaje que no tardaba en expandirse por las redes sociales y que aquí les adjuntamos. Nada más y nada menos que una fotografía llena de botellas de alcohol de alta graduación y a la que adjuntaba el siguiente texto: "En 20 minutos os llega el pedido que habéis hecho esta mañana. Disfrutadlo colaboradores de Sálvame".

Toda una acusación de lo más tremenda que a buen seguro va a encontrar una respuesta inmediata de los protagonistas de las mismas vía televisiva y quién sabe si también vía judicial, dada que la insinuación puede entenderse que atenta directamente contra la imagen de todos aquellos que pueden sentirse identificados bajo la etiqueta de "colaboradores de Sálvame".

A partir de ese momento, las respuestas al citado "tweet" no se han hecho esperar riéndole las gracias algunas, indicando que quizás él también debería quedarse algo del pedido en otras ocasiones y, en el caso de las acusaciones más graves, redactando algunos otros usuarios de la red social de los 140 caracteres que quizás también habrían pedido algo más duro.

Muy del estilo de muchos "tuiteros", por otra parte.

Pipi Estrada y su cruzada contra "Sálvame"

Si bien hasta ahora se sabía de su mala relación con alguno de los miembros que integran la mesa de "Sálvame" y de "Sábado Deluxe", hasta ahora la particular guerra del periodista con sus colegas de profesión parecía en tiempo muerto, a pesar de la inquina con la que se habían manifestado en más de una ocasión.

Una guerra que ahora parece abierta de nuevo y de la que parece imposible prever el final conociendo el carácter tanto de Pipi como de algunos de los polémicos contertulios del programa de corazón decano de la televisión española. La cosa promete.