Nunca lo ha escondido. Antes de tener a sus dos hijas mellizas, Abril y Jimena, Kiko Hernández era un auténtico depredador de la noche madrileña. Al amparo de los locales de moda y de las fiestas de turno, el colaborador de Sálvame ampliaba su círculo de influencia y conocía muchas confidencias que posteriormente transformaría en exclusivas de lo más jugosas.

Sin embargo, entre charla y charla, copa y copa, el madrileño, claro está, y dado que no se le conoce ninguna otra pareja que la que le llevó a enamorarse en Gran Hermano, Patricia Ledesma, éste aprovechaba para echar mano de sus encantos en busca de esa persona que le hiciera divertirse y sentirse querido.

Eso sí, nada parecía cuajar, al menos no de forma formal.

Una situación, la de que no se le hayan conocido parejas serias durante tantos años desataba una oleada de rumores sobre su condición que Kiko mismo se encargaba de alimentar no cerrándose las puertas ni con ellos ni con ellas en más de una ocasión en la que era preguntado al respecto. Si algo era evidente es que, fuera con unos o con otras, era imposible que pasaran los años sin que tuviera algún escarceo.

Máxime después de que recientemente haya visto la luz una de las caras más desconocidas del que fuera agente mobiliario y que le sitúan como todo un galán cuando se seducir se trata. Al menos así lo revelaba Patricia Ledesma, su única novia conocida, en su vuelta a la televisión recientemente para hablar de los inicios de Gran Hermano y de su noviazgo con Kiko Hernández.

Según aseguró la ex gran hermana, lo que le enamoró de Kiko fue su "sentido del humor". A diferencia de lo que le había ocurrido hasta entonces, este le hacía "reír a todas horas", lo que para ella fue determinante a la hora de querer conocerlo más a fondo, tanto dentro como fuera del concurso.

Así es como liga Kiko Hernández

Sobre su galantería esta también recordó que, a pesar de lo que muchos creen sucedió en la hora sin cámaras con la que se abrió la veda de este tipo de citas en Gran Hermano, los dos se la pasaron charlando sobre esto y aquello, revelando algunas intimidades y, sobre todo, dejando claro que el interés de ir un poco más allá existía por los dos bandos.

Así pues, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo después en las horas sin cámaras, Kiko habría tirado de señorío demostrándole a Patricia que lo que le interesaba de ella era su persona y no nada más. Todo un gentleman. Quién nos lo iba a decir.