Sin duda alguna, uno de los matrimonios más breves, convulsos y que más portadas han generado desde el día que se conoció que pasarían por el altar y hasta el día de hoy es el que llegó a unir ante Dios y la Iglesia a Rocío Carrasco y Antonio David Flores.

Casi dos décadas después, repletas de unas contiendas mediáticas y judiciales interminables, ambos siguen su lucha judicial al más alto nivel tal y como lo ha demostrado la última querella interpuesta por la hija de Rocío Jurado a raíz de un presunto "incumplimiento del acuerdo de custodia" del padre del hijo de ambos.

Todo sucedía en el juzgado de Alcobendas, y de nuevo con su hijo David de por medio, cuando los abogados de Rocío presentaban una enorme documentación con más de un centenar de folios cargados de apariciones públicas de Antonio David y entrevistas concedidas a lo largo de todos estos años, entre los que se encontraba la entrevista en la que el padre del pequeño insinuaba que Rocío descuidaba a su hijo. Algo a lo que este se habría acogido, presuntamente, para incumplir la custodia.

Entre otros documentos aportados, tal y como han venido revelando distintos medios de comunicación que llevan siguiendo el caso desde que arrancara hace tres semanas, se encontraría un peritaje psicológico de la propia madre del pequeño en el que se dejaría claro su perfecto estado anímico, desmintiendo las palabras del padre de su hijo que le habrían llevado a incumplir la custodia compartida.

En la demanda por incumplimiento emprendida por Rocío Carrasco se incluye también la presencia como testigo de una persona que habría estado muy vinculada a ambos durante su tiempo como pareja como lo es Chayo Mohedano, quien testificaría en favor de la demandante que está dispuesta a llevar a la cárcel a su ex marido por no dejarle ver a su hijo en tiempo y forma, como estipula el acuerdo judicial firmado por ambos.

La enfermedad degenerativa de David

Para aquellos que no lo sepan, cabe recordar que el pequeño David padece una enfermedad degenerativa que ha venido obligando a sus padres, y que aún los va a obligar más en el futuro conforme esta vaya avanzando, a realizar unos cuidados especiales y constantes que, bajo ningún concepto se pueden pasar por alto.

El balón parece ahora en manos de los jueves, quienes deben dirimir por un lado si ha habido incumplimiento de custodia del padre y por otro si hay lugar para la petición de pena de prisión una vez analizada la documentación y las voces de los testigos en la demanda interpuesta por Rocío a Antonio David.