Dicen que lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal. Un dicho que tiene más años que la televisión, pero que no parece compartir uno de los rostros más emergentes de Telecinco en el último año, como lo es la presentadora de Sálvame y Cámbiame, Carlota Corredera.

Y es que la gallega, como ha confesado en más de una ocasión en algunas de las entrevistas que ha venido concediendo con motivo del estreno de su último libro, en el que narra su dura lucha contra el sobrepeso, no lleva nada bien que la ataquen, ya sea a la cara en alguno de los programas que conduce o a través del anonimato que se produce en las redes sociales.

Una revelación que, como suele suceder tantas veces, en lugar de provocar el efecto deseado se volvió en su contra iniciándose así una auténtica carrera por dejar en evidencia a la gallega, tanto como consecuencia de su labor como presentadora, como por lo que describe en su libro.

Así, pues, comenzaba, por ejemplo, su particular guerra contra una de sus mayores enemigas en las redes sociales como es la youtuber "Soy una pringada". Ésta no dudó a meterse con Carlota por hacer apología de lo que la influencer catalogaba como "la gordofobia típica de los ex gordos".

Lejos de hacer oídos sordos a éste y otros ataques, sus comentarios en directo hacia sus "enemigos" de las redes sociales llegaban un día hasta a modificar su propio estilismo e introduciendo camisetas con mensaje y dedicadas a éstos en las que indicaba que se amaba a sí misma en una de ellas, y que era poseedora de una extraordinaria personalidad en otra.

En lugar de generar simpatías, esas respuestas a la nada, dado que responder a Internet o a grupos contrarios a tu trabajo es tremendamente ambiguo, el número de "haters" de la gallega no dejaba de crecer hasta conseguir armar hashtags en su contra y grupos en las redes sociales en su contra.

Carlota Corredera y su imparable ascenso en Telecinco

Sea como fuere, lo cierto es que Corredera está viviendo el que es, sin duda alguna, su mejor momento a nivel profesional desde que saltara a la televisión dirigiendo distintos programas.

Lo que comenzó como una sustitución de los pesos pesados de Sálvame pronto se convertía a un trabajo fijo que incluso le daba la oportunidad de sustituir a Marta Torné en la conducción de Cámbiame.

Un ascenso meteórico que también ha comprobado en sus cuentas bancarias, ya que los salarios de los presentadores y el resto de personas encargadas de hacer los programas, distan mucho de poder compararse.