Mucho se ha hablado acerca de la relación que han mantenido Jesulin de Ubrique y María José Campanario. Según algunos medios de comunicación, la pareja ha estado al borde del divorcio en más de una ocasión, sin embargo, la realidad es otra bien distinta, Jesús y María José forman una de las parejas más estables de este país cumpliendo 15 años de casados y dos hijos en común.

María José está viviendo uno de los peores momentos de su vida y el torero no se separa de ella.

El pasado 27 de julio, la pareja cumplía el décimoquinto aniversario de casados, tenían previsto celebrarlo con una reboda con familia y amigos, pero la salud de María José hizo que tuviera que cancelarse dado que se encuentra hospitalizada en un centro psiquiátrico en Málaga.

Pero esto no ha sido un impedimento para ellos, el torero viajaba hasta Málaga para estar con su esposa y demostrarle nuevamente que está a su lado, pase lo que pase. María José, según testigos del centro, recibió un enorme ramo de flores para más tarde salir con su marido a comer fuera y pasar el mayor tiempo posible en la intimidad de su relación.

La protección de Jesús hacia su mujer ha emocionado a propios y extraños.

A la salida del centro se encontraban un gran número de paparazzis interesándose por el estado de María José que aparecía ante las cámaras con un cambio físico que no dejó indiferente a nadie. La odontóloga se había cambiado el color de su pelo y ha ganado unos kilos de más.

Ante las preguntas de los reporteros, se mantuvo muy educada y dio las gracias a todos. En el caso de Jesulin y contra todo pronóstico, se mostró cercano con la prensa a la que contestó alguna de las preguntas acerca del estado de salud de su esposa. Pero el momento más tierno fue cuando al montar María José en el vehículo que la conduciría de vuelta al centro, Jesús la besó en dos ocasiones con una ternura que jamás habíamos visto.

Este gesto emocionó tanto a los reporteros, que más de uno de ellos soltaron las cámaras y dejaron a la pareja vivir su momento.

Es obvio que María José no está bien, el tratamiento al que está sometida es duro, pero los resultados están siendo muy positivos, según afirman los médicos que la están tratando.

Desde Sálvame podíamos ver este pasado viernes, como Kiko Hernández, eterno enemigo de la familia Campanarios, bajaba la guardia y las críticas para desear a la mujer del torero una pronta recuperación.

¡Ánimo María José, que como se suele decir, en peores plazas has toreado!