En los últimos días Kiko Matamoros ha sido uno de los focos mediáticos más potentes en el mundo del corazón. Sus problemas con Hacienda se han hecho públicos tras salir en la famosa lista de morosos de Montoro revelando a la luz pública la inmensa deuda que el colaborador de Sálvame tiene con el fisco español.

Matamoros y su deuda superior al millón de euros

Una deuda que éste ha reconocido supera el millón de euros y que le he llevado a tener que pagar, a través de un embargo, el 80% de los ingresos que este percibe mensualmente, lo que supone más de diez mil euros que éste ni tocaría de cada nómina que se le emite desde Mediaset España.

Unas cantidades tremendas que han llevado a muchos de sus seguidores y a los de Sálvame a preguntarse cómo ha podido llegar a esa situación acumulando una deuda tan potente con las arcas del Estado. Pues bien, para entender los graves problemas de Hacienda de Kiko Matamoros hay que hacer un repaso a su turbio pasado empresarial. Tal y como nuestros compañeros de "El Español" han venido relatando, todo se remontaría a los años que comprenden los ejercicios fiscales de 2009 a 2011. Por entonces éste administraba dos empresas en forma de Sociedad Limitada que ya no tienen ejercicio como son Salto Mortal y Silla de Ring.

Dos empresas de "colocación" en las que sólo él constaba como empleado y que, un salto después, como ocurrió con la primera de las citadas, ya sufría un primer embargo.

Su debut empresarial, que anteriormente se gestó en Nazan y Cuadro Metropolitano, que tampoco existen ya, se convertía en un auténtico fiasco.

Poco después entraba como hombre fuerte de la empresa Gambrro Tech, empresa que en 2015 acababa con sus dos "capos" acusados de estafar hasta cinco millones de euros a cientos de miles de personas a través del envío de mensajes cortos de texto.

Los serios problemas económicos de Kiko Matamoros

Por si todo esto fuera poco, uno de sus hijos, Diego Matamoros, acusaba recientemente a su padre de deberle alrededor de 80.000 euros a su madre en concepto de manutención, lo que por ahora parece que todavía no habría sido saldado, dada la imposibilidad de Kiko de hacer frente a todos los problemas económicos a los que se enfrenta.

A sus 60 años, Kiko afronta su recta final antes de la jubilación sabedor de que solo podrá retirarse laboralmente si consigue pagar gran parte de lo adeudado a Hacienda. El resto, quizás lo tenga que pagar a golpe de embargo de bienes. Veremos qué acaba sucediendo.