Pues no. Parece que Andrea Janeiro, más conocida popularmente como "Andreíta" no está llevando nada bien cumplir 18 años. La razón no es ya su exposición a la ley como el resto de los mortales mayores de edad, sino el brusco salto a la actualidad mediática que ha llevado aparejado su vida desde el pasado jueves.

Y es que, si algo se conoce de la personalidad de la hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique es la fobia que esta ha ido construyendo en su imaginario tras crecer perseguida por los paparazzis, leyendo, escuchando y viendo noticias relacionadas con las intimidades de sus padres y un sinfín de ataques a estos a través de los periodistas del corazón que ahora ya pueden juzgarla a ella sin ningún tipo de cortapisas.

En este contexto, no es de extrañar que el primer capítulo de tensión entre madre e hija haya ya tenido lugar, tal y como nuestros compañeros de "Vanitatis" han revelado en las últimas horas, donde se habla abiertamente de un "enfado" de la nueva mayor de edad con su progenitora, conocida como "La princesa del pueblo".

Según se ha venido publicando en distintos mentideros que versan sobre la actualidad social española, Andreíta habría tenido ya un encontronazo importante con su madre con motivo de un supuesto quebranto del pacto al que las dos habrían llegado y que tendría como objetivo que Belén Esteban no hablase de su hija en los medios de comunicación en los que trabaja, por deseo expreso de Andrea.

Algo que, los que sean seguidores de Sálvame, Sábado Deluxe o de las intervenciones en revistas de la rubia más famosa de España, ya sabrán no ha sido cumplido, ya que ante la insistencia de sus colegas de profesión, Belén Esteban ha ido cayendo una y otra vez en la trampa de poner el nombre de su pequeña en los medios de comunicación de masas.

Esta situación habría provocado que Andreíta le tuviese que volver a repetir a su madre que, a partir de ahora, y dado que ha decidido que su vida privada sea únicamente suya, no vuelva a pronunciar su nombre tratando de cerrar aquellos debates en los que la protagonista no sea ella, sino su hija, lo que no parece fácil conociendo el instinto de protección materno de la de San Blas.

Las primeras horas de fama de Andreíta, un infierno

Dicen las personas más cercanas a Andrea Janeiro que no está llevando nada bien la cantidad de informaciones, fotos y, en definitiva, la exposición mediática a la que está siendo sometida de un día para otro. Parece difícil que la situación cambie.