Andreíta se convertía ayer en Andrea Janeiro con su paso a la mayoría de edad y tocaba celebrarlo por todo lo alto. Como siempre había sucedido hasta ahora la encargada de organizar la fiesta de cumpleaños era su madre, de quien ya advertíamos aquí hace unos días no iba a escatimar ni un céntimo en programar el mayor "fiestón" organizado nunca para su hija. Dicho y hecho. A media tarde, los reporteros gráficos que estaban esperando en la puerta del chalet en el que vive Andreíta junto a Belén Esteban en Paracuellos, captaban la imagen de ambas saliendo hacia el coche.
La madre iba con un vestido corto blanco, la hija optaba por uno largo y negro. Los dos atuendos eran claramente festivos.
La fiesta del cumpleaños de Andreíta, en Kapital
Las dos ponían así rumbo a una de las discotecas más conocidas de la capital de España como es Kapital donde ambas entraban como anfitrionas a un reservado donde se iba a producir la fiesta a la que fueron invitadas alrededor de 70 personas entre las que estaban muchísimas amigas de la cumpleañera, pero también Miguel y amigas de su madre como Mariví o rostros famosos como Aless Gibaja.
Lleno de globos, la joven fue recibida con aplausos, bengalas y mucho ruido siendo uno de los momentos estelares el que llevó a los asistentes a cantar el cumpleaños feliz, de parchís, entre risas mientras hacía entrada la tarta preparada para la ocasión, de la que dicen que una vez más portaba algún mensaje relacionado con Justin Bieber, el gran ídolo de la ya no tan pequeña Andrea.
Con un catering de aúpa, los 70 invitados, incluyendo a Andrea y a su madre Belén, disfrutaron de una cena en la que ambas no pararon de saludar a gente y en la que, una vez terminada, empezaron a servir champán para realizar un brindis por el cumpleaños de la nueva mayor de edad antes de ponerse con las copas.
Los invitados del cumpleaños de Andreíta
Fue a partir de ahí cuando poco a poco, algunos de los invitados fueron abandonando las instalaciones -rodeadas durante toda la noche de paparazzis y periodistas- dado que muchos de ellos debían estar esta mañana fichando en su puesto de trabajo al ser un viernes laborable, más para aquellos que no disfrutan todavía de las vacaciones.
Sin embargo, y como no podía ser de otra manera, Andrea habría aguantado hasta el final con su círculo más cercano con quien se especula que pudo continuar el "fiestón" en otro local hasta altas horas de la madrugada. Si alguien debía hacerlo y más tras cumplir 18 años era ella.