Buenas tardes a todos, madre mía la que se está liando... y es que la donación que ha hecho Amancio Ortega a la sanidad pública con una cantidad de 300 millones de euros, ha destapado un debate acerca de quienes están de acuerdo con la decisión del dueño de Inditex y por otro lado los que no lo ven lógico y rechazan el dinero de este empresario proveniente de Galicia.

En el programa de 13 TV "El Cascabel" de anoche, se formó un gran lío que contó dentro del ajo con Luisa Llores a quien le llovieron palos por todas partes de los tertulianos por los argumentos que estaba haciendo, sectarios, ignorantes y sin ningún valor a la hora de no querer aceptar el suculento regalo de Amancio Ortega.

Luisa, en una conversación telefónica con el programa que presenta Antonio Jiménez dio sus razones del por qué rechazaban el dinero de Inditex:

Decía que ella estaba profundamente en contra aunque así a simple vista fuera complicado de explicar y menos aún con dos palabra, pero en definitiva pensaba que la sanidad pública debía de estar financiada aparte de con impuestos y progresivamente, debía de saberse que tipo de necesidades son las que hay y así poder comprar equipos y fármacos que sean necesarios y esto es tarea que le corresponde a los que se dedican al sector público y que cualquier incremento de equipos de diagnóstico iba a incidir en el sistema de trabajo diario y que lo que ahora es un regalo se iba a convertir en un gasto ya que significa que habría nuevos servicios, y por tanto nuevos contratos de personal y por eso era que creían que Amancio Ortega estaba metido ahora en la sanidad si era un hombre que se dedicaba a ganar dinero.

Alfonso Rojo pedía que esos mismos argumentos se los aplicasen a las becas y dice que si en vez de a la sanidad lo hubiese donado a la educación el argumento de esta mujer seguiría siendo que al crearse nuevos titulado va a haber nuevas necesidades y que eso no había por donde cogerlo y que se fuera por ahí que las personas no sirven solo y exclusivamente para lo que se dedican

Las razones de su archienemiga eran tan poco sólidas como la tranquilidad de Alfonso.

Decía ella que en estos equipos que se quieren comprar son demasiado sensibles y capaces de localizar la detección de lesiones que no se ven con el ojo de las personas.

Algo que en vez de calmarlo le hizo sacar su lado más irónico diciendo que lo que le faltaba era decir que la CIA estaba detrás de todo esto y que esa mujer había venido a hacer chistes.

Más tarde decía ya claramente lo que todo esto le parecía: que no era sectarismo, sino tonterías y palabras aún mas fuertes pero que aludían a la necedad del ser humano.