No hay semana que no se alborote el programa Al Rojo Vivo y que no se llene de polémica. Ayer, el director del informativo de la cadena hablaba del 39º Congreso del PSOE, y también sobre la ejecutiva socialista con Pedro Sánchez al frente, la noticia del día prácticamente. Es mucho el revuelo que se ha montado con toda esta causa y la Secretaría General del partido ocupada ahora por su anterior candidato.

Ferreras y la polémica

Uno de los participantes de la tertulia, Francisco Marhuenda, le dijo a Antonio García Ferreras, durante el acto, que no sabía que era político, para lo que el presentador tenía una respuesta muy contundente: que era periodista.

Ferreras ha sido muy criticado por los medios de comunicación debido a sus supuestas maniobras con la política y de interlocutor y Marhuenda tampoco se ha quedado atrás con sus supuestas manipulaciones en las encuestas y su ya pasado pero sonoro insulto a Cristina Cifuentes, paradoja que ambos sean directivos de empresas del mismo grupo, Atresmedia, y que se muevan por recintos parecidos. Vulgarmente podemos decir que todo queda en familia.

En otro momento de la tertulia de este programa, el empresario José Miguel Contreras, productor ejecutivo de El Intermedio y El Objetivo, hablaba sobre la crítica que había hecho Ferreras acerca de que Pedro Sánchez intentaba el acuerdo con Podemos y Ciudadanos y que Sánchez se había convertido en alguien rebelde luchando contra lo establecido y ante la deriva secesionista de los partidos catalanes solo quedaba la posibilidad de formar gobierno con la formación morada y naranja, estuviera o no en sus planes.

Pedro Sánchez: a debate en Al rojo vivo

A su vez, Chani Henares afirmó en su discurso que Sánchez mentía para poner en una mala situación a los anteriores partidos y que si no se echa a Rajoy era porque ellos no querían. En otro de los momentos del programa, Ferreras entrevistó a Ximo Puig, el presidente de la Comunidad Valenciana, que se enfrentará posiblemente a unas primarias.

Ferreras se puso del lado, como por así llamarlo, "susanista" y llegó a decir que Puig era un rebelde frente a todo esto en referencia a la Ejecutiva de Pedro Sánchez, dando por hecho que Rafael García era candidato de Ábalos y por tanto de todo esto, Ferreras además insistía bastante preguntándolo constantemente, que si la mano de la nueva dirección del PSOE la veía él. Tras ello, Ferreras aseguró que tenían un dirigente valenciano que le había dicho que ahora tenían un presidente valenciano y que se buscaba desestabilizarlo.