Echábamos mucho de menos en Televisión programas que nos mostraran vivencias reales sin el incentivo de unos cuantos miles de euros que les hagan necesario montar un show televisivo falso y repudiante para conseguirlos, programas sin la parafernalia de supervivencia real, maquillada detrás de un selecto club de famosillos con el único fin de conseguir platós y millones a su salida de los concursos. Desterrémos de una vez "Gran Hermano" y "Supervivientes" y demos la bienvenida a "La Isla", la nueva apuesta de la Sexta de supervivencia real que está consiguiendo impactar al espectador de una manera que sobrecoge.
Ya el programa en sus avances anticipaba lo que íbamos a ver: 13 concursantes solos, tanto que no existen cámaras (se graban ellos mismos), con el objetivo de tener que vivir por sus propios medios, sin ayudas externas del programa y sin ningún incentivo económico para el ganador, más que el de vivir la propia experiencia.
La propuesta, más aún en los tiempos que vivimos hoy en día en la televisión, pintaba más que interesante, y las expectativas no se equivocaban. El transcurso del programa ha puesto a sus concursantes en situaciones límite, y en el programa de anoche vivimos una que nos hizo pasar un mal rato a todos, e hizo saltar todas las alarmas. Juan, uno de los concursantes que habitan la isla, sufrió un accidente que le pudo costar muy caro.
Él y Antonio se internaron en el agua, con el objetivo de sacar la red que les sirve para obtener alimentos provenientes del mar, cuando Antonio siente que algo le pica en el pie, y advierte a su compañero. Pero, al momento, Juan siente un picotazo en la planta de su pie derecho, que provoca un grito desgarrador de éste, estremecido de dolor.
Al parecer, un pez piedra había picado al concursante, que inmediatamente sale del agua y tiene que ser atendido en la orilla por el percance sufrido. La planta del pie de Juan presenta un profundo corte que hace que salten las alarmas y la preocupación entre sus compañeros. Este pez es uno de los más venenosos, con una potente sustancia neurotóxica en su espina dorsal que puede provocar la muerte a su víctima en menos de 24 horas.
Con el paso del tiempo, Juan comenzó a detallar a los médicos del programa, desplazados a la isla para atenderle, que se le comenzaba a paralizar la parte derecha del cuerpo, con motivo de la picadura. La parálisis se le fue extendiendo poco a poco, hasta cubrirle casi la totalidad de su lado derecho del cuerpo.
A pesar del deseo de Juan por no abandonar la isla, el cuerpo médico de "La Isla" decidió que la vida del concursante corría peligro y lo mejor era trasladarse a un hospital para ser atendido por la herida. Un susto que afortunadamente ha acabado bien, y que muestra que este nuevo reality de supervivencia por el que apuesta Atresmedia no es ninguna broma, y que sus concursantes corren un peligro real día tras día, proporcionando al espectador la experiencia más real vivida en televisión en muchísimo tiempo. Luchemos por más programas como éstos en nuestra parilla, sin accidentes desagradables por supuesto.