Desde la celebración del cumpleaños de Kiko, en la que el homenajeado y su novia pudieron disfrutar de una hora sin cámaras y de una suculenta tarta, la relación entre la pareja y el resto de habitantes de la isla no ha hecho sino empeorar. De sobra es conocida la aversión de Paola y Alba Carrillo hacia el novio de Gloria Camila, y viceversa. Ya en el inicio del concurso, la modelo y el extronista de 'MYHYV' no encajaron y se enzarzaron en agrias discusiones. Por su parte, la italiana opina que Kiko es un hombre machista y lo califica de 'malo', ya que se siente atacada por el andaluz, de quien dice que la trata muy mal.

Aunque en el caso de Alba, parecía que había limado asperezas con Kiko, esta tregua no ha durado demasiado, ya que la Carrillo ha encontrado en la italiana una aliada con quien despotricar del extronista. Sin embargo, la isla de 'Supervivientes 2017' no ofrece demasiada privacidad y las dos nuevas mejores amigas han sido pilladas mientras despellejaban a Kiko por la espalda.

La escena ocurría justo después del regreso de la pareja de novios de su hora sin cámaras. Alba y Paola criticaban la avaricia de Kiko y Gloria, de quienes criticaban que no habían compartido nada del pastel con el que les obsequió el programa. Además, Alba aseguraba a Paola que Kiko no era merecedor ni de estar en 'Supervivientes' ni, mucho menos, de ganar el concurso.

La madrileña aseguraba que había votado a Kiko hasta ahora y que seguiría nominándolo hasta el fin de sus días en el programa. Paola asentía y le daba la razón a la modelo entre lágrimas, añadiendo que el andaluz era una persona que la humillaba continuamente.

Alba y Paola pilladas in fraganti

Y en plena escena de despelleje del andaluz, las chicas eran pilladas por un compañero.

Lo peor es que ese compañero, que escuchaba entre las palmeras todas las lindezas que soltaban Alba y la italiana, no era otro que el propio Kiko. El novio de Gloria Camila no pudo reprimir su rabia y les dijo que todo lo que tuvieran que decir sobre él, se lo dijesen a la cara. La pillada dejó un tanto descolocadas a las chicas, que de inmediato se excusaron diciendo que no comentaban nada que no le hubieran dicho a él antes.

De este modo, trataban de quitar importancia al asunto.

Tras la escena, Kiko acabó derrumbándose, ya que sintió que todo lo que decían sus compañeras lo dejaba en muy mal lugar, además de que transmitía una mala imagen sobre su persona que, según él, no se correspondía con la realidad.