Belén Esteban vuelve a estar en el punto de mira de propios y extraños. En esta ocasión es por encontrarse de baja médica según sus propios compañeros como así se ha estado apuntando todos estos días en Sálvame. Una de las primeras en pronunciarse fue Carlota Corredera, la ex directora de Sálvame enviaba a la princesa del pueblo un mensaje muy emotivo donde la animaba a recuperarse pronto, "Belén esta pachuchilla" decía mirando a cámara.
Desde el pasado 7 de junio, la ex de Jesulin no ha acudido a su programa por estar pasando por un momento muy delicado y eso ha hecho que su salud no esté al cien por cien acudiendo a su médico y éste aconsejarle unos días de descanso y tranquilidad.
El pasado viernes Belén Esteban acudía a un evento que se celebraba en la finca 'Los Rosales' donde su amigo y compañero Kiko Hernández suele oficiar bodas. La princesa del pueblo aparecía rodeada de sus compañeros y colaboradores de Sálvame además de Raquel Bollo con la que sigue manteniendo una relación de amistad a pesar de que Raquel ya no acude al programa del que se marchó hace ya algunos meses.
Las redes sociales se han incendiado al ver la fotografía que ella misma ha colgado y son muchos los que se preguntan que hacía Belén en una fiesta cuando se supone que tiene una baja médica.
Recordemos que Belén se encuentra en un momento muy delicado. Con toda propabilidad, según ha afirmado Kiko Hernández, la próxima semana podría conocerse la sentencia de la que ya todo el mundo habla en relación al juicio que tuvo que su ex representante Toño Sanchís.
La colaboradora se siente muy nerviosa ante los acontecimientos que están por llegar y que podrían ser un antes y un después en su vida. Además de esto está a punto de ver la luz la segunda biografía de la que según se comenta sale muy mal parada y si nada lo remedia volverá a ser motivo de todo tipo de comentarios y opiniones que se preveen no van a gustarle nada.
Belén Esteban no solo se enfrenta a esto, su hija Andrea recientemente cumplirá 18 años lo que supone la mayoría de edad de la joven y con ello la absoluta exposición ante los medios de comunicación que miraran con lupa a la adolescente. Ante todo lo que se le viene encima, no es de extrañar que se encuentre en ese estado. Sin duda este es el precio a pagar por haber hablado sin tapujos durante todos estos años de su vida e indirectamente de la vida de su hija Andrea de la que tanto la hemos oído hablar. Tengan un buen día lectores.