Hace no mucho que Antonio García Ferreras estaba en el punto de mira de los medios, debido a la polémica que se desató con Pedro Sánchez. Esta misma semana, pese a todo, tuvimos la oportunidad de verlos almorzando juntos en un restaurante japonés, en una conversación que transcurrió en medio de bromas y compañerismo, donde la reconciliación finalmente fue un hecho. El escándalo no se hizo esperar cuando, después de esa amistosa comida con Sánchez, llegaron las especulaciones sobre si el mismo finalmente podría prestarse a una colaboración o entrevista.
Sería tan solo el primer paso del que, se dice, es un nuevo plan del periodista con tal no ver decaer su programa. Y es que hace tiempo que "Al Rojo Vivo" no parece dar en el clavo con lo que a la audiencia se refiere. Sus contenidos han dejado de ser del agrado de muchas personas, que sin más han optado por mirar otras emisiones como "Las mañanas de Cuatro", donde los temas de actualidad siguen siendo regla, aunque abordados de una forma mucho más imparcial y agradable.
Se ha acusado a Ferreras de dejar ver sus opiniones personales cuando le toca hablar de un escándalo. Se dice también que sus relaciones tóxicas no le han ayudado demasiado de un tiempo hasta ahora. Tal vez es por eso que ahora recurre a llevar la fiesta en paz con Sánchez, quien como nuevo mandatario del PSOE, tiene bastante influencia sobre miles de personas, algo muy conveniente para rescatar la transmisión del showman.
Ferreras quiere retomar el entusiasmo por la labor periodística, que hace tiempo se le extraviara en medio de un panorama que está lleno de novedades que informar. Su actitud contrasta vehemente con la de otros profesionales como Jesús Cintora, quien pese a verse obligado a alejarse de la televisión ha conservado el interés del público, ya sea por medio de un libro superventas o emprendimientos que podrían colocarlo de nueva cuenta, al frente de algún programa de opinión.
¿Estará La Sexta considerando darle un descanso a "Al Rojo Vivo"? ¿O podrá Ferreras ponerse a la altura de la situación e iniciar lo que supondría una nueva era para su espacio? Todo parece indicar que para él, los amiguismos se han terminado y es hora de volver a conectar con la audiencia.
Quizá entre sus más fieles seguidores, todavía haya quienes resientan los cambios que se avecinan para esta etapa. Pero hoy, tanto él como el director de Atresmedia y allegados lo tienen muy claro.