La que fuese una relación de confianza y afecto mutuo ha derivado en el distanciamiento y el enfado. Desde hace años es bien conocida por los medios la extraordinaria relación que han mantenido el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con los periodistas Antonio García Ferreras y Ana Pastor. Circunstancia que ha cambiado bastante en la actualidad.
La amistad se fraguó en los estudios de la Cadena Ser, donde ambos periodistas trabajaban por aquel entonces.
Antonio García Ferreras llegó a dirigir el ente y Ana Pastor encontró su primer empleo en grandes medios de la mano de Iñaki Gabilondo. No son pocos los analistas que han coincidido en la importancia de esta relación, y la han considerado crucial para el ascenso en popularidad de un Rodríguez Zapatero que por aquel entonces a penas tenía relevancia ni imagen pública. La Ser le brindó esa oportunidad donde encontró el vehículo necesario, hasta el punto que muchos consideran imposible su posterior victoria en las primarias que lo convertirían en Secretario General, y más tarde en Presidente del Gobierno, si no se hubiese dado esta circunstancia.
Zapatero se impuso en aquellas primarias ajustadísimas a José Bono y Rosa Díez. Una figura histórica del partido, y una candidata avalada por su valentía en la política vasca en una época dominada por la continua amenaza de ETA. Un resultado totalmente inesperado.
Una muestras más de la gratitud que se profesaban el entonces periodista radiofónico y el dirigente socialista, lo evidencia el hecho de que, una vez llegado a la Moncloa, Rodríguez Zapatero intentó convencer a García Ferreras para que aceptara formar parte de su gobierno y aceptara un ministerio. El periodista rechazó tan rápidamente la oferta que jamás sabremos qué ministerio tenía pensado Zapatero que ocupara.
Una vez acabado su mandato al frente del Gobierno, el ya expresidente tomó una decisión sorpresiva, si atendemos a los antecedentes en su cargo, que fue la de mantenerse lo más alejado posible del foco mediático.
En efecto, tanto José María Aznar, como Felipe González, no sólo no rehusaron de conceder entrevistas ni de opinar sobre temas candentes de la actualidad, sino que se prodigaron en ello casi hasta hoy. Zapatero eligió el distanciamiento de los medios, lo que supuso a su vez un enfriamiento de su relación con el matrimonio Ferreras Pastor.
El equipo de "El Objetivo" de Ana Pastor contactó hace un mes con el ex presidente para proponerle una entrevista. En un primer momento Zapatero intentó rehusar y rechazar aquella invitación, empeñado en su decisión de permanecer fuera del foco. Pero ante la insistencia de Ana Pastor, acabó aceptando, según su entorno, más por la voluntad de retomar su amistad con el matrimonio que por otra cosa.
Sin embargo, en aquella entrevista en los estudios de lasexta, se encontró frente a una Ana Pastor muy tensa y excesivamente agresiva, según el entorno del ex presidente. Que salió del encuentro cabizbajo, enojado y con cierta sensación de decepción.