La Sexta Noche se encuentra nuevamente en el foco de la polémica. Si hace apenas una semana sus colaboradores tuvieron una noche de lo más tensa, esta semana ha ido más allá y el resultado ha sido demoledor.
El programa que presenta Iñaki López y Andrea Ropero, tratando de la Actualidad social y política, contaba como cada semana con colaboradores como Sardá, Eduardo Inda o Francisco Marhuenda. Entre ellos, ya eran normales las controversias por numerosos temas incluso de índole personal que dejaban el contenido y la finalidad del programa por los suelos.
En este caso, se trataba de Javier Sardá y el director del periódico "La Razón", Francisco Marhuenda, ambos colaboradores perdían los papeles entre gritos y acusaciones que dejaban a los presentadores perplejos. Todo ocurría cuando en el debate del programa salían a relucir las últimas polémicas generadas a raíz de las bromas en "El Intermedio" sobre los símbolos franquistas.
Un tema bastante delicado que siempre ha causado el malestar en los programas de actualidad y éste no iba a ser menos. Era entonces cuando el habitual colaborador de Televisión Sardá y el director de La Razón, se enzarzaban en una fuerte discusión que generaba el malestar incluso de los allí presentes.
El propio Marhuenda gritaba: "¡Yo en mi p*** vida he sido franquista!".
Al mismo tiempo que Sardá dejaba hablar a éste y el resto de colaboradores miraban perplejos la situación tan grave. Incluso el presentador enmudeció al escuchar los gritos y las acusaciones que ambos estaban vertiendo.
Sin embargo, mientras Marhuenda seguía gritando a pleno pulmón ante la incredulidad del resto, el presentador le retiraba la palabra de un modo un tanto avergonzado por la situación tan desagradable que se estaba presenciando en pleno directo.
Con todo, el director de "La Razón" afirmaba lo siguiente: "Aquí te pueden insultar y no ocurre nada".
En definitiva, todo indica que la situación existente cada semana en el plató de "La Sexta Noche" está dejando a un lado el matiz informativo y de entrevistas para centrarse en los problemas internos de los propios colaboradores que tantas diferencias les separan, pues como ya decíamos antes, no se trata de la primera vez que ocurre algo así entre los dos contertulios. Con todo, parece que la controversia está servida y están perdiendo a un gran número de espectadores que únicamente querían estar informados.